El capitán Mauro Testa La Rosa murió en julio de 2024, en momentos que realizaba un adiestramiento nocturno en la vecina provincia de San Luis.
Mientras guiaba un avión A-4AR Fightinghawk, se estrelló sobre una pista de la unidad militar, lo que lo llevó a perder la vida en el acto.
Si bien en el expediente quedó asentado que el piloto no cometió ningún error, resta conocerse si el hecho se desencadenó por una falla mecánica, imprudencia, o por impericia de otros.
La junta de investigación de accidentes militares tiene un plazo de seis meses para la presentación del informe definitivo, algo que ya ocurrio. Sin embargo, todavía la causa está en veremos.
El abogado de la familia de Testa La Rosa, Bautista Rivadero, dijo a Perfil que si en los próximos días no hay novedades, tomarán medidas.
Desde la Fuerza Aérea confirmaron que el documento está en curso y ratificaron el compromiso de la institución con la Justicia.
La causa, que fue caratulada como averiguación de delito, recayó en el Juzgado Federal de Villa Mercedes, en San Luis.
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La muerte del capitán Testa La Rosa generó un gran revuelo en el mundo de la Fuerza Aérea, en ese entonces comandada por Fernando Luis Mengo y que, pocos años antes, había lamentó otro fallecimiento en circunstancias similares. En 2020, el piloto Gonzalo Britos Venturini, de 34 años, murió cuando se estrelló su avión cazabombardero.
El ministro Luis Petri, tras el hecho, se reunió con la esposa de Testa La Rosa, Mariela Hernández, y la familia también recibió las condolencias de la vice, Victoria Villarruel. Desde la Fueza Aérea, además, fueron claros y remarcaron que siempre manifestaron su acompañamiento a través de la gestión del pago de los seguros y de la pensión a la mujer del capitán.
A la espera del informe definitivo de la Junta de Investigación, Rivadero explicó que la querella pretende que también se incorporen otros informes al expediente a fin de tener más detalles sobre lo ocurrido. “Ahora estamos requiriendo la contestación de diversas entidades para individualizar a las personas que ese día estaban cumpliendo funciones en la V Brigada Aérea”, añadió.
Hasta ahora, en el expediente solo se sumaron dos declaraciones testimoniales de las personas que el 15 de abril de 2024 estaban en la torre de control. De todos modos, para la familia es fundamental que se profundice en esta línea para saber a ciencia cierta en qué estado estaba la aeronave para ser piloteada.
Además, Rivadera también pedirá que se incorpore al expediente el informe de la autopsia del capitán Testa La Rosa y también requerirá que las médicas que la llevaron adelante se presenten a declarar. “Son medidas a los fines de esclarecer y profundizar”, sostuvo.
Para que se determine si hubo responsables, las autoridades deberán demostrar si hubo un nexo entre la conducta de alguna de las personas que actuó ese día y el accidente. “Si eso no sucede, la causa quedará archivada aunque con la demostración de que el capitán no cometió ningún error porque eso ya quedó claro en un informe preliminar. Si se determinan posibles responsables podríamos estar hablando de un delito culposo por negligencia, acción imprudente o impericia de una o más personas”, completó Rivadera.
