En un juicio abreviado, la Justicia cerró la causa por abuso sexual a menores en una sala de escape ubicada en Godoy Cruz. El único sospechoso admitió la culpa, por lo que fue condenado, pero recuperó la libertad rápidamente .
Máximo Guariento (21) confesó los vejámenes cometidos contra menores de edad en el establecimiento de calle San Martín en el que trabajaba, luego de que su abogado y el fiscal Darío Nora pactaron una pena.
La condena fue de tres años de prisión en suspenso por el delito de abuso sexual simple (tocamientos) agravado por la guarda, en perjuicio de cuatro víctimas. El acuerdo de las partes fue homologado por la jueza Miriam Núñez, quien dictó la sentencia.
Como es de cumplimiento condicional, el acusado fue liberado tras varios meses de arresto domiciliario.
Guariento estuvo detenido bajo esta modalidad desde noviembre pasado, luego de las denuncias de cuatro familias cuyos hijos/as de 11 años estuvieron el sábado 25 de ese mes en “Enigma Salas de Escape” en un cumpleaños, y que posteriormente le contaron a sus padres que sufrieron tocamientos por parte del chico que coordinaba al grupo de compañeros, todos de sexto grado de una escuela de Ciudad.
El apuntado fue el ahora condenado, quien por entonces se terminó entregando. En su momento sumó una quinta imputación, ya que a raíz de estos hechos recientes se reactivó una denuncia de julio del 2023 de las mismas características: una madre se presentó en la Oficina Fiscal 4 de Godoy Cruz y dijo que a su hija menor de edad la habían abusado en la misma sala de escape en un cumpleaños.
Más allá de que por este caso también estuvo acusado, aquí la Justicia no comprobó su autoría y fue sobreseído.