Este miércoles por la tarde, una bomba estalló en el mundo del fútbol argentino. Daniel Vila, presidente de Independiente Rivadavia, denunció que San Lorenzo había certificado el pago de parte del pase de Matías Reali con un certificado de transferencia falso.
La noticia rápidamente se propagó por los medios, generando un escándalo de grandes proporciones que sacude a todo el fútbol argentino.
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Ante este escenario, el empresario mendocino no dudó en tomar medidas drásticas. Inició una demanda penal contra Marcelo Moretti y Pablo García Lago, presidente y secretario del Ciclón, respectivamente.
Además, se comunicó con el jugador, que se encuentra en Uruguay haciendo la pretemporada, y le ordenó presentarse hoy en Córdoba para reincorporarse a la Lepra, argumentando que “el pase estaba absolutamente caído“.
Reali, por su parte, continúa en Montevideo. Aún se desconoce si su destino estará en Boedo o si deberá regresar a Mendoza. Mientras tanto, hoy entrenó bajo las órdenes de Leandro Romagnoli.
Desde San Lorenzo, al tomar nota de la denuncia, inicialmente anunciaron que emitirían un comunicado explicando los motivos del problema. Sin embargo, con el correr de las horas, cambiaron de decisión y optaron por el silencio oficial. Fuentes del club, en conversaciones informales con varios periodistas, admitieron que hubo un “problema operativo”.