La inflación en Estados Unidos parece no dar tregua y los datos preocupan cada vez más a los economistas. Según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés)., en septiembre llegó a un 8,2% anual.
Sin embargo, está por debajo del 8,3% de agosto pero una décima más del 8,1% que esperaban los economistas. Mensualmente, los precios generales al consumidor se incrementaron un 0,4% desde agosto, el doble de la proyección de los profesionales que apuntaba a en un 0,2%.
Es importante aclarar que estos datos no se veían desde agosto de 1982.
Los precios subieron a pesar de que el costo de la gasolina bajó y la Reserva Federal tomó una acción sin precedentes para controlar la inflación.