Brian Olivera, arquero de Gimnasia y Esgrima de Mendoza, agredido en el partido ante Quilmes del pasado sábado en el estadio Centenario, rompió el silencio por primera vez y reveló el angustiante momento que vivió en los últimos días por la cobarde agresión que recibió.
En diálogo con el programa Toco y me voy de FMQ, el guardameta del equipo mendocino aseguró que recibió muchas amenazas tras el incidente del pasado fin de semana.
VER: El insólito motivo por el cuál volvieron a postergar el partido de Quilmes y Gimnasia
Recuperado de las secuelas que le dejó el proyectil que le arrojaron desde una de las tribunas, Olivera salió a aclarar la situación que tantas dudas y polémicas generó en el Sur. “Me querían llevar a un hospital de Quilmes y los médicos me dijeron que era imposible porque iba a haber muchos hinchas. No iba a ponerme en riesgo”, comenzó explicando.
VER: Revelaron la sanción que recibirá Quilmes por la agresión al arquero de Gimnasia
Al mismo tiempo, el arquero cordobés explicó que no podía ponerse en pie tras la explosión en Quilmes y no exageró ninguno de sus síntomas: “No me sentía acorde para jugar, en ningún momento lo quise ganar por escritorio”.
Por otro lado, el arquero de Gimnasia de Mendoza expresó su bronca por las palabras subidas de tono que le llegaron a lo largo de la semana. “Estoy bien, no fueron días fáciles porque recibí muchas amenazas y mensajes. Cuando pasa de lo deportivo, se meten con tu familia, con lo que pasé, te desean el mal, por algo que yo no hice. No sé por qué se la agarran conmigo”, culminó Olivera.