A fines de 2019, la revista inglesa Four Four Two eligió las 50 camisetas más lindas de la historia del fútbol. El ranking arrojó una tendencia: había una marcada preferencia hacia lo vintage.
De hecho, en el top ten quedaron seis remeras de clubes y selecciones de la década del 80, tres del 70 y una del 90.
Otra lista similar, que data del 2015 y realizada por el sitio especializado en indumentaria The Football Attic, mostró algo similar: entre los diez primeros puestos había seis modelos de los años 80, dos de los 90 y dos de la primera década de este siglo, cuenta elDiarioAR.
Ambos rankings mostraron que las únicas dos presencias argentinas en el top 50 fueron las camisetas de Boca en 1981 y de la selección en el Mundial 1986, o sea ambas con Diego Maradona en los 80.
Pero, ¿qué pasa en nuestro país? En la Argentina, el aumento de la oferta de indumentaria retro en el mercado online -ya sea oficial o trucha-, la proliferación de coleccionistas de remeras antiguas y la decisión de los clubes de diseñar modelos homenaje a remeras históricas parecen confirmar la tendencia.
Entonces, ¿por qué gustan más las camisetas de los 80? ¿Excelencia en diseño y calidad o simple nostalgia? Puede que ambas.
“Aclarando que lo lindo y lo feo es muy subjetivo, muy de uno, yo creo que las de los 80, en la mayoría de los casos, son más lindas, pero que además hay una cuestión nostálgica muy fuerte de la que no se puede escapar”, le cuenta el diseñador y creador de lacasaca.com, Santiago Chichizola, al mencionado medio.
“A las viejas camisetas les juega a favor que en el mercado actual vemos muchos modelos y que, como a veces las marcas hacen cosas medias holgazanas, eso nos desencanta y nos lleva a elegir las remeras más viejas”, confirma.
Cune Molinero, autor junto a Alejandro Turner de Atlas de camisetas (Planeta, 2017), añade a la teoría: “Las de antes eran más perdurables y tenían más tiempo para que generaran una identificación. Uno se quedaba con la camiseta que veía todos los domingos y que recién cambiaba cada tanto. Además en los 80 y los 90 había una sola publicidad en la remera y terminaba siendo emblemática. Los diseños eran más homogéneos, sencillos”.
Para confirmar los dichos de arriba, este dato: River jugó con cinco camisetas alternativas: en once partidos vistió un modelo rojo y negro y, en un único encuentro por vez, usó una prenda gris, otra bordó, otra violeta y otra blanca con razas horizontales negras y rojas. Esa cantidad, sumada a las dos prendas titulares diferentes que usó en ese lapso -con y sin publicidad sobre el pecho-, totalizaron siete.
“El choque para una generación que se había acostumbrado a pocos cambios en el diseño, los colores y los sponsors es inevitable: mientras Independiente mantuvo la publicidad de la fotocopiadora japonesa Mita entre 1985 y 1992, hoy los diseñadores hacen malabares para que entren todas las publicidades que acumulan los equipos para sobrevivir económicamente. En 2018, entre camiseta y pantalón, Argentinos sumó 23 parches de 13 sponsors diferentes”, plantea elDiarioAR.
Chichizola, insiste en el poder de la nostalgia: “Ponemos el ojo en las camisetas de la época en que nos empezó a gustar el fútbol. Pensá en el Mundial que te marcó: seguramente las remeras que elegís serán de esa época. A mí me pasa con las de Italia 90 y Estados Unidos 94. Nací en 1984 y pienso que las del 90 eran maravillosas, pero también tengo cariño por muchas de las 80”.
Para algunos hinchas, volver a aquellas camisetas no solo implica un regreso a su infancia sino también a una época en la que el fútbol estaba menos dictado por las grandes empresas.
José Esses, couator junto a Dalia Ber del libro Los 80, la década, habla de ese romanticismo: “Antes las remeras tenían la belleza del error -dice el periodista-. Ahora vienen hasta con la fecha del partido impresa, a diferencia de la improvisación y la falta de recursos que había antes. Era habitual que los equipos jugaran con dos y hasta tres modelos diferentes en el mismo partido”.