La explosiva denuncia de una joven a un reconocido local de comidas de Mendoza

Un nuevo caso de explotación laboral sale a la luz. Un popular local mendocino se encuentra en el ojo de la tormenta por una grave denuncia.

En las últimas horas, se viralizó una severa denuncia de una joven mendocina por la situación laboral que le tocó vivir en Cake In Box, un reconocido y frecuentado local de comidas de la provincia que los mendocinos frecuentan para desayunar o merendar.

La denunciante, Sheila Guerra aseguró que ha esperado tres meses para que le hagan la liquidación y le paguen el último mes que prestó servicios.

Ante semejante denuncia, News Online se puso en contacto con Sheila y relató: “No hice ninguna denuncia, hay gente que ha hecho, pero al final no pasa nada. Yo lo que quiero es que tenga condena social y que no sigan viviendo a costa de gente que necesita trabajar“.

En ese sentido, Sheila hizo público su aberrante experiencia y rompió el silencio en las redes sociales. “Vengo a contarles mi experiencia trabajando en Cake In Box. Quiero contarles que explotan a sus trabajadores con horas extras que jamás pagan, el sueldo te lo pagan en 2 veces porque no tienen plata para pagarte“, denunció.

Al mismo tiempo, señaló: “Les pedís un día para hacer un trámite y no te lo quieren dar, hablas con el jefe para que te paguen y según el ‘no es fácil sacar tanta plata del banco de un día para el otro’, les pedís que te transfieran la plata y no puede porque le bloquean el Mercado Pago”.

Lejos de callarse, la joven desenmascaró al establecimiento y dijo que “hay ratas y por no dejar el local sin trabajar por un día, no quieren fumigar. Además, hay más bichos como cucarachas, arañas y lagartijas”.

Te venden comida con fiambre en mal estado, comida que estuvo en contacto con las ratas y demás bichos“, lanzó.

Por otro lado y al ser consultada por este medio, Sheila reveló que no es la primera vez que esto sucede: “Tengo dos excompañeras a las cuales tampoco les han pagado. A una la hacía quedarse horas extras prometiendo pasárselas y nunca se les pagó”.

“Cuando yo empecé a trabajar cobrabamos arriba de los 80 mil y cuando renuncié el sueldo era de 66 mil”, expusó la baja sustancial de sus ingresos.

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