La desaparición de Guadalupe y su vinculación con Mendoza

El Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa de 2 millones de pesos.

La pequeña Guadalupe Lucero, de tan solo cinco años, sigue sin aparecer. La menor dejó de ser vista el pasado de 14 de junio, en momentos en los que se encontraba en el cumpleaños de un familiar en el barrio 544 viviendas.

Con el correr de las horas, diferentes fuerzas se han sumado a los operativos de búsqueda, e inclusive, el gobierno puntano intensificó los controles en los límites fronterizos.

Tal cual publicó diario MTN, algunas llamativas declaraciones por parte de los familiares directo, sumado al hallazgo de algunas prendas de vestir y calzado similar a los que usaba Guadalupe, encendieron las alarmas de los pesquisas, y comenzaron a sospechar de que el hecho tenga cierta vinculación al tema drogas.

Foto: Agencia San Luis

El pasado jueves, en horas de la tarde, el rumor sobre que la criatura podría estar en Mendoza llegó a diferentes medios de tirada nacional.

Diario MTN chequeó este dato con referentes de Seguridad de Mendoza y San Luis, pero solo se limitaron a decir: “No sabemos nada, solo lo que salió en los medios nacionales”.

Pocas horas después se conoció que el Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa de 2 millones de pesos, para quienes aporten datos que sirvan al esclarecimiento del caso.

Si bien en la provincia vecina se han dado varios llamados anónimos, mediante los cual varias personas han asegurado haber visto a la niña en diferentes regiones puntanas, posteriormente trascendió que Guadalupe podría estar en el Este de Mendoza.

El pasado jueves 17 de junio, una persona aseguró haber visto a Guadalupe en San Martín, por lo que se encendieron las alarmas en la localidad del Este. Sin embargo, este primer rumor fue descartado.

Posteriormente, otra persona oriunda de la misma localidad mendocina, dio cuenta de que la criatura había sido vista en inmediaciones de la terminal.

Sobre el paradero de Lucero no hay datos, aunque lo que sí se sabe, es que los sabuesos no le pierden pisada a los familiares más cercanos.

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