Por medio de un duro comunicado, el presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, criticó el proyecto de ley que tiene fecha para tratarse este martes el Congreso.
En relación a esto, cuestionó la iniciativa del oficialismo basada en las etiquetas negras que se utilizan en Chile para advertir a la población acerca del exceso de sodio, grasas o azúcares, y que además advierte a los niños acerca del consumo de cafeína y edulcorantes en los productos de la góndola.
La Copal desde hace tiempo viene pidiendo que el etiquetado se coordine con el Mercosur, a fin de que la industria nacional no resulte en desventaja frente a la de otros países del bloque.
Indicaron que siempre estuvieron a favor del etiquetado frontal, pero que desde el oficialismo difunden todo lo contario.
“Todo este proceso deja en evidencia la dificultad de mantener un debate con coherencia cuando hay un prejuicio ideológico por encima de la necesidad de informar certeramente al consumidor, lo que llevaría a una ley apresurada sin reales beneficios al propio consumidor”, sostuvo Funes de Rioja, también presidente de la UIA.
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En dicho sector entienden que la Ley de Etiquetado Frontal con la redacción actual puede convertirse en otra Ley de Alquileres, cuyos resultados disten de ser los previstos por los legisladores, y terminen afectando a los productos argentinos que se venden en el exterior con el mismo packaging.
El proyecto de ley obtuvo dictamen el 15 de julio, después de más de un semestre de debate, y apunta a obligar a que los alimentos y bebidas analcohólicas informen sus nutrientes críticos con una etiqueta octogonal, de color negro y letras blancas, que ocupe al menos el 5% del tamaño del envase.
Algunos de los reclamos de Copal tienen que ver con que el sello no sea tan visible, y tampoco están de acuerdo con que las definiciones de nivel “crítico” de nutrientes se tomen de los valores de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que serían más exigentes que los utilizados para políticas locales.
En el comunicado difundido el lunes, la Copal manifestó que indicaron “en reiteradas oportunidades frente a las autoridades pertinentes, el desconocimiento del impacto que esta norma generaría en el vínculo con la región, en caso de avanzar tal y como fue redactada, apartándose de los avances producidos para tener una norma Mercosur al respecto”.
Específicamente, Funes de Rioja aseveró que: “Quienes debían preservar el vínculo con el Mercosur y consensuar con la mirada de la industria, no lo hicieron. Si bien es sabido que ese es el ámbito adecuado para la armonización normativa, en estos meses se han resuelto de manera unilateral cuestiones estratégicas para la integración productiva y la proyección de nuestros mercados”.