Marcos Acevedo es un taxista que se encontraba trabajando en la puerta del boliche Le Brique, la madrugada que Fernando Báez Sosa perdió la vida en una golpiza.
El hombre, si bien ya declaró oficialmente ante la justicia, decidió dedicarle una carta a los rubgiers implicados en este hecho.
“Lamento haber presenciado ese acto inhumano, pero a la vez agradezco a Dios de ponerme en el lugar y tener la valentía de declarar”, comenzó diciendo en el escrito de puño y letra.
“Hoy es tarde para pedir perdón, pero todavía están a tiempo de mostrar valentía y aliviar su alma, porque su cuerpo y mente deben estar consumidos”, les dijo a los 8 acusados.
Y relató también que vio esa madrugada de enero. “Te vamos a matar. Ahora estás afuera”, escuchó el taxista que gritaron los jóvenes a Fernando”.
“Comenzaron a agredirlo sin mediar palabras, a golpes de puño y patadas, y agresiones verbales de todo tipo”. Recordó que le dijeron a la víctima “negro de mierda”.
“Fue una salvajada. Todos sabemos que una patada en la cabeza puede costar la vida. Fernando recibió varias. Y eso lo vi”, expresó.
“Lo que más recuerdo son las tres o cuatro trompadas de un chico de camisa blanca en la cara de Fernando ya desvanecido, y a un chico de remera oscura y bermuda que le dio una patada en la cara”.
Y sobre los amigos de Fernando, dijo: “No pudieron llegar. Mientras transcurre esto, Fernando ya está tirado inmóvil y ensangrentado”.
Por último, explicó que los rugbiers “se alejaron caminando del lugar como si nada”,
“Esta es mi verdad, este es mi relato y no lo hago solamente por Fernándo Báez Sosa, lo hago también por sus padres, sus amigos y sobretodo por mi hijo. Porque nunca podría seguir viviendo si él me cuestiona el haber estado y no contribuir con esta causa dolorosa”, expresó Marcos Acevedo.