Analistas y consultoras privadas venían hablando de que en el mes de marzo los aumentos en el valor de los productos iba a ser de entre el 3,8 y el 4%. Desde la Asociación de Consumidores Libres realizaron un relevamiento que le da razón a estas estadísticas.
Es que el resultado al que llegó fue que, durante la primera quincena del mes de marzo, la canasta básica de alimentos sufrió un incremento de 2,02%.
Según le mencionó el presidente de la asociación, Héctor Polino, a Diario San Rafael, “en lugar de existir una contención en el proceso de aumento de precios o que vayan disminuyendo los porcentajes de aumento, lamentablemente con el transcurso del tiempo, estos porcentajes van en aumento”.
“Que en 15 días tengamos un aumento del 2% es muy significativo. En general siempre la primera quincena, el porcentaje de aumento es un poco superior al de la segunda, ese fenómeno se da porque en la primera quincena es cuando en general, se perciben los salarios de los trabajadores, los haberes de la clase pasiva, entonces aumenta en esos primeros días del mes el consumo y, en consecuencia, los precios”, añadió en el mismo sentido.
Explicitó además que “el promedio de aumento de nueve productos, entre los que están el aceite, arroz, azúcar, fideos, harina, huevos de color, pan, leche y yerba, nos dio un aumento promedio del 2,24%. Después, 20 productos de frutas y verduras, nos dio un 1,52%, siendo el que más aumentó la manzana, que de $220 pasó a $240 (con un 9,09% de aumento); le siguió la naranja que estaba a $180 y pasó a $190 (con un 5,56% de aumento). Y luego, tres productos bajaron en la primera quincena de marzo: zanahoria que estaba a $85 y bajó a $80 (menos 5,88%); la cebolla estaba a $90 y pasó a $85 (bajó un 5,56%); y papa negra que estaba a $80, bajó a $75 (menos 6,25%)”.
“El aumento en el precio de los combustibles es uno de los factores”, aseguró e indicó que “todo aumento en el precio de los combustibles se traslada luego a precios, sobre todo en un país que tiene la superficie territorial de Argentina, de 3 millones de kilómetros cuadrados y se calcula que la logística incide mucho en la estructura de costos de una canasta básica de alimentos promedio, un 27%”.
Además menciona la existencia de una “inercia inflacionaria” ya que “por las dudas se va remarcando el precio de los productos”.
Para Polino esta es una buena oportunidad para que los comercios dejen a la vista la estructura de los costos y la situación real, con el propósito de dar a conocer el origen de los aumentos.