La Copa América 2021 está en el ojo de la tormenta, porque la Conmebol aún no oficializó la decisión final sobre la sede, a dos semanas de su inicio, más allá de la ratificación y el optimismo de la Argentina por recibir el torneo de selecciones más longevo del mundo, en medio de un debate sobre si es posible con la crisis sanitaria producto de la pandemia.
En principio, la organización iba a ser conjunta entre Argentina y Colombia, pero el Gobierno de Iván Duque atraviesa una crisis social de envergadura y declinó su candidatura, aunque intentó maquillar la salida pidiendo una postergación en la fecha de disputa prevista para el 13 de julio, a la que Conmebol no accedió.
Alejandro Domínguez, titular de la entidad sudamericana, estuvo esta semana reunido con el presidente de la Nación Alberto Fernández para saber en qué condiciones está la Argentina para alojar la totalidad de los encuentros del certamen.
El mandatario argentino, junto al jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, derivó la decisión al Ministerio de Salud, que impuso un riguroso protocolo sanitario.
Pese a las restricciones estrictas que impuso el Gobierno nacional, las que dejarán de regir este domingo para dar paso a controles un poco más flexibles, el número de infectados diarios sigue promediando unos 35.000 y el número de fallecidos, desde que empezó la pandemia, pasó la barrera de los 77.000.
En este contexto no son pocas las voces que se opusieron a la realización de la Copa América, y una encuesta realizada por la consultora Poliarquía, mediante su Monitoreo Sistemático de Opinión Pública, determinó que un 70% de los consultados no quiere que Argentina organice el evento futbolístico más longevo del mundo.
Solo un 20% acepta que Argentina sea sede, mientras que el 10% restante evitó contestar.
Las voces políticas también se hicieron oír, y diputados nacionales de Juntos por el Cambio le pidieron a Alberto Fernández que revea la decisión de jugar la Copa América en el país.
“Le pedimos al presidente que suspenda o no se realice en nuestro país la Copa América. En plena segunda ola y con récords diarios de contagios, vemos con mucha preocupación la llegada de delegaciones extranjeras y la realización de espectáculos deportivos, que aún sin público, movilizan a mucha gente que no es esencial”, aseguró la diputada radical Josefina Mendoza.
A su vez, la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, aseguró, en declaraciones radiales, que siente “desesperanza” cuando “se habla de realizar la Copa América en el país y se cuestiona la presencialidad en la educación”.
Pero la Secretaria de Deportes, Inés Arrondo, salió a defender la postura de concretar el torneo, ya que a su criterio tendrá el espíritu de ser “un evento para la televisión”.
“El evento en sí será un evento para la televisión, no va a contar con público, tiene que ver con el andamiaje productivo que tiene detrás respecto a la industria del entretenimiento”.
La posibilidad de Chile
La Conmebol debe tomar una decisión en los próximos días, habida cuenta que la Copa América está programada para que se inicie el 13 de junio en el estadio “Monumental” con el partido entre Argentina y Chile, siempre y cuando el país trasandino no se convierta en la otra sede, ya que en ese caso cambiará su lugar con Colombia.
La intención de la Conmebol es poder realizar todo el torneo en Argentina, para ajustar todo lo referente a gastos de logística, pero Chile asegura la posibilidad de tener público en las tribunas, dado que allí la vacunación está más avanzada.
En medio de las gestiones para encontrar un lugar en donde organizar la Copa América, Conmebol aseguró la vacunación para todos los jugadores, cuerpo técnicos y colaboradores, aunque con la vacuna china Sinovac, la cual aún no está aprobada por la ANMAT.
Lo cierto es que parece “imposible” que la Copa América se suspenda, tal como lo señaló Gonzalo Belloso, director de Desarrollo de la entidad, en gran medida por los compromisos económicos ya asumidos con los sponsors y la televisión.
Así, la Argentina cuenta con el optimismo y el respaldo de la organización de este certamen realizada en 2011, cuando el campeón fue Uruguay.
En principio, los estadios ya habilitados son el “Monumental” de River, “Mario Alberto Kempes”, de Córdoba, “Malvinas Argentinas”, de Mendoza y el “Único Madre de Ciudades” de Santiago del Estero, pero en los últimos días Conmebol inspeccionó “La Bombonera”, de Boca, el “José Amalfitani” de Vélez, y el “UNO” de Estudiantes de La Plata.
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