El tema de la capitalización de IMPSA ya fue refrendado tanto por el Gobierno Nacional como por el provincial y ello será coronado el próximo jueves con la visita del presidente Alberto Fernández a Mendoza y puntualmente a la empresa
Para comprender cómo será el manejo de la compañía de la familia Pescarmona, Christian Sanz y Claudia Durán se comunicaron con Jorge Tanús, presidente del Fideicomiso del Banco de Inversiones de Comercio Exterior (BICE), mediante el programa que conducen en Radio News.
“Estoy de acuerdo (con el salvataje por parte del Estado) porque son ingenieros e IMPSA es como la Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza, es como una institución para admirar, aprender y estaba en una situación crítica por los malos manejos del sector privado. Yo no creo que haya habido mala fe de los dueños, porque Pescarmona y su familia siempre fueron reconocidos en Mendoza. Desde el Ministerio de Producción ayudaron a rediseñar la estrategia de la empresa, así que estoy a favor, en manos del Estado van a tener un apoyo económico importante”.
“Si soy un empresario cualquiera y digo que me salven a mí también…”, se le señaló, por lo que Tanús remarcó: “Puede ser. Pudo haber sido con Vicentín parecido. Pero si tu empresa genera insumos para exportar y generar divisas y tiene más de 700 empleados, es probable que el Gobierno le preste atención. La principal diferencia (con Vicentín) es que no se hizo política con IMPSA, tuvo sus libertades para reordenarse, no pudo y pidió ayuda al Estado. Vicentín hizo todo lo contario, pidió ayuda al Estado para endeudarse y cuando el Estado le pidió que devolviera los créditos es como que fue una reacción adversa, se rehusó a devolver y el Estado tuvo que intervenir para cuidar su patrimonio. El tema se politizó y pasó a ser un tema de campaña”.
Respecto de las coimas reveladas en la causa de los Cuadernos de la Corrupción de parte de Enrique Pescarmona con el fin de quedarse con la obra pública, señaló que “hay una línea ahí muy difícil de trazar, que es que el empresariado argentino se tienta a cambio de la obra pública, que no es solo los empresarios sino también los funcionarios, todos saben que ha habido poca transparencia en estos procesos”.
Por tanto, resaltó que “el tema del fideicomiso va a subsanar muchas cosas. Ahí van a ir los fondos, a un fideicomiso que administra el BICE con fondos del FONDEP y ahí, ese fideicomiso es una caja de cristal a donde va el dinero y se aplica a donde dice que va la ley. En este caso va a ir al funcionamiento de IMPSA y lo controla la Comisión Nacional de Valores, la Inspección General de Justicia, lo controla el Banco Central, la SIGEN; entonces creo que es una herramienta moderna del Estado que subsana cualquiera de las tentativas que hay para corromperse”.
“Es un método societario. ¿Qué va a hacer IMPSA? Tiene que vender tecnología y productos que no se hacen en Latinoamérica y otras veces en el mundo. IMPSA lo tiene que seguir haciendo y tiene que hacerlo con gente de Mendoza y eso se derrama en PyMEs más chicas que proveen servicios menores”, añadió.
Asimismo, comentó que “el Estado al poner fondos tiene que tener un control de la administración de esos fondos. Tiene que tener un directorio afín al nuevo perfil de la empresa, y después los controlarán, como el BICE me controla a mí que soy una empresa subsidiaria del banco”.
Respecto de la repartición de acciones, aseguró que “quedan 63% para el Estado nacional, 21% para la provincia, 11% para los acreedores y un 5% para la familia Pescarmona. Tenemos que designar una auditoría externa para que controle a IMPSA”.
“¿Qué va a pasar después con IMPSA?”, se le preguntó, a lo que respondió: “Si IMPSA hace buenos negocios le va a generar a la empresa ingresos por muchos millones de dólares, se estiman entre mil y dos mil millones, y fíjate que el estado está poniendo 20 millones de dólares. Hay una expectativa de buenos negocios para adelante, la decisión que va a ser el Estado, que puede vender las acciones o puede mantenerse en la empresa, es una decisión del Estado”.
IMPSA es formalmente controlada por el Estado nacional y mendocino, ¿y ahora qué?