El dato fue confirmado tras poner en marcha la semana pasada un refuerzo en los controles de aislamiento para colaborar con las provincias y evitar la propagación de las variantes más infecciosas y que aún no tienen circulación en Argentina.
Los controles se desarrollaron, además de en CABA, en Buenos Aires, Santa Fe, Chubut, Mendoza, La Rioja, Corrientes, Jujuy y Salta.
La titular de la Dirección Nacional de Migraciones, Florencia Carignano, sostuvo que “el ingreso de nuevas variantes más contagiosas y virulentas pueden poner en jaque la apertura de actividades”, conseguida “con mucho sacrificio y volver a tensionar el sistema de salud”, por lo que instó a “cuidar el esfuerzo que está realizando la gente”.
“No puede ser que algunos no entiendan todo lo que se pone en juego; necesitamos retrasar lo más posible el ingreso de estas variantes para seguir avanzando con la vacunación y alejarnos de invierno que, de por sí, suele tener a raíz de las enfermedades estacionales un aumento de cuadros respiratorios complejos”, enfatizó.
La funcionaria reseñó que “las personas que vuelve del exterior deben realizar obligatoriamente una semana de aislamiento y volver a testarse al término de ese tiempo” y aclaró que “no es una recomendación antojadiza; tiene que ver con lo que fija la autoridad sanitaria y no hacerlo constituye un atentado a la salud pública”.
Según el Decreto 260 y la Disposición 2252/20, todas las personas que vuelvan del exterior tienen la obligación de presentar un PCR negativo para poder abordar su vuelo de regreso y además deben realizarse otro test al llegar a territorio argentino.