La ONU informó que más de 300 personas murieron en Irán por la represión de las protestas iniciadas hace dos meses por la muerte de la joven Mahsa Amini.
Asemás, denunció un “endurecimiento” de la respuesta de las fuerzas de seguridad y llamó al Gobierno a imponer una moratoria inmediata a la pena de muerte.
“El creciente número de muertes debido a las manifestaciones en Irán -incluyendo las de dos niños este fin de semana- y el endurecimiento de la respuesta de las fuerzas de seguridad subrayan la situación crítica en el país”, dijo el vocero del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, a periodistas en Ginebra.
“Instamos a las autoridades a responder a las demandas de la población en materia de igualdad, dignidad y derechos, en lugar de utilizar una fuerza innecesaria o desproporcionada para reprimir las manifestaciones“, señaló el vocero, Jeremy Laurance, informó la agencia de noticias AFP.
El portavoz subrayó que “la falta de rendición de cuentas por las violaciones flagrantes de los derechos humanos en Irán persiste y contribuye al aumento de las quejas”.
Amini, de 22 años, murió el 16 de septiembre en un hospital de Teherán luego de haber sido detenida tres días antes por la policía de la capital iraní por llevar mal puesto el velo con que las mujeres deben cubrirse la cabeza y el pecho en Irán en cumplimiento de las leyes islámicas.
Las autoridades dijeron que murió de causas naturales por una patología preexistente, pero su familia afirma que era una joven sana y tiene sospechas de que fue golpeada por la policía.