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Inquietante: los que incendiaron la Legislatura, ¿eran “infiltrados oficiales”?

Si ladra como perro, tiene patas de perro y cola de perro... es perro.

En un rato nomás, el ministro de Seguridad, Raúl Levrino, junto al jefe de la Policía de Mendoza, Roberto Munives y el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez, va a brindar una conferencia de prensa.

Allí, los tres van a confirmar que los desmanes en la Legislatura de Mendoza fueron hechos por infiltrados. Gente que se coló en el lugar y, adrede, impulsó los incendios y roturas al “parlamento” provincial.

No es ninguna novedad: MTN estuvo allí cubriendo los hechos y los infiltrados ni siquiera se ocultaban. Era un grupo de veinte vándalos, encima vestidos todos iguales, de negro.

El descubrimiento no es ese. El hecho de descubrir que hubo infiltrados. La cuestión es más complicada: ¿Quién y por qué bancó a los violentos?

La impunidad con la que se movían denotaba que había una “zona liberada”. Y el único que puede liberar zonas es el Estado. O una parte del Estado.

¿Fue el Ejecutivo? ¿Fue el Ministerio de Seguridad? ¿Quién fue el que permitió que todo ocurriera?

Lo que pasó anoche es gravísimo, no solo porque se atacó a uno de los edificios emblema del republicanismo mendocino. El que representa al Poder Legislativo.

Sino también —sobre todo— porque nadie hizo nada para detener a los que avanzaban destruyendo todo a su paso.

Con un hecho que agrava la situación: los malvivientes ya habían vandalizado la Casa de Gobierno y el edificio de los Tribunales. En buen romance: Poder Ejecutivo y Poder Judicial… ¿no era predecible que, lo que seguía, era el tercer poder del Estado?

Quien escribe estas líneas fue testigo directo de cómo los vecinos que habitan el edificio frente a la Legislatura llamaban a la policía. Y nadie se hizo presente. Nunca. ¿No es todo más que obvio acaso?

Hay una máxima que asegura que, para resolver una trama, cualquiera que sea, hay que preguntarse “a quién beneficia y a quién perjudica”.

Quienes respondieron fueron referentes del colectivo Ni Una Menos y de las Comunicadoras Feministas: “Hacen esto para que mañana se hable de los incidentes y no del reclamo”.

Como sea, en el celular de este periodista han quedado registrados los rostros de algunos de los implicados en los incidentes de anoche. A diferencia de otras oportunidades, nadie de Seguridad los ha requerido aún.

Este es solo uno de los videos filmados por quien escribe estas líneas. La elocuencia de las imágenes no permite agregar nada más:

Por ahora, solo hay dudas e interrogantes, algunos de los cuales se irán revelando al paso de los días. Otros jamás se resolverán.

Pero algo está claro: si tiene cola de perro, hocico de perro y ladra como perro… es un perro.

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