Desde IMPSA buscan un salvataje económico y se apoyarán en el estado provincial y nacional, de hecho propondrán acciones para que destinen una suma de hasta 20 millones de dólares y engrosen las filas de accionistas de la empresa fundada hace más de 100 años.
Actualmente la firma está en poder de bancos, mayoritariamente, y busca fondos para capital de trabajo.
La determinación fue confirmada durante este martes, por lo que se espera que haya un cambio en la forma de conducción.
Si bien descartan cualquier tipo de cambio en el funcionamiento interno, el posible salvataje por parte de la Provincia y la Nación llevaría a que en el interior de la empresa desembarquen algunos directores.
Hasta el momento, solo han nombrado como síndica a una abogada vinculada al peronismo mendocino, Cecilia Da Dalt.
Mdz contó que la empresa incrementará su capital en 20 millones de dólares, pero que serán aportados en pesos. De este modo, buscan más de 1800 millones de pesos para capital de trabajo, que sería la suma que deberían destinar los gobiernos de Rodolfo Suarez y Alberto Fernández. Desde la dirección de IMPSA decidieron “un aumento de capital de hasta $1.817.200.000, mediante la emisión de 1.817.200.000 nuevas acciones ordinarias nominativas no endosables de la Sociedad correspondientes a una nueva Clase C de acciones, con derecho a un voto por acción y de valor nominal $1 cada una, a emitirse sin prima de emisión”.
Si bien fue aprobada la emisión de acciones, quienes podrían haberse acercado no harán uso de la opción de compra, por lo que recurrirán directamente a la Provincia y a la Nación. “Permitir que se ofrezca la suscripción total de dichas acciones – correspondientes a una nueva Clase C – al Gobierno Nacional y al Gobierno de la Provincia de Mendoza, a través de los organismos que los mismos designen. Los accionistas de la Compañía, como Banco de la Nación Argentina y los bonistas, y la familia Pescarmona, instruyeron su decisión de voto positivo a través de los 2 fideicomisos que los representan”, sostuvieron desde la empresa fundada por la familia Pescarmona.
De concretarse la operación, los nuevos accionistas ocuparán la primera línea de la empresa, ya que de los 7 directores, 4 serán por los accionistas clase C.
IMPSA viene transitando años complicados por la crisis económica y financiera que arrancó en 2014, cuando la sede de Brasil empezó a complicarse en demasía y repercutió en la dependencia mendocina. Las complicaciones fueron tal, que no pudo hacerle frente a las deudas y los acreedores se adueñaron de la empresa, por lo que IMPSA dejó de pertenecer a Pescarmona.
En la actualidad, un grupo de bancos encabezados por el BID, el Banco Nación y el BICE la dirigen, aunque la gestión quedó en poder del histórico CEO y gestor de la firma, Juan Carlos Fernández.
Luego de un invento de venta, la firma reestructuró su deuda y durante 2020 fue asistida por el Gobierno nacional por medio del programa de ayuda a empresas estratégicas. Ahora, pretenden un salvataje directo desde el Estado. “Con la concreción de esta capitalización cumpliríamos con los principales objetivos del que denominamos Plan de Recomposición de Estructura de Capital de IMPSA logrando una posición económica-financiera que le permitirá preservar años de inversión en tecnología para la industria nacional y permanecer como referentes internacionales en materia de energía para la exportación de productos de alto valor agregado”, señaló Fernández en un comunicado.
Este sería el tercero intento de salvataje de la empresa. El primero fue la reestructuración de la deuda. El segundo fue los aportes por parte del Ministerio de Desarrollo Productivo, por medio del programa PAEERP de asistencia a empresas estratégicas que exportan alta tecnología. Ahora, buscan una nueva asistencia que “deberá implementarse dentro de los 18 a 24 meses desde la capitalización de la empresa: la cotización y listado de las acciones de IMPSA, a fin de posibilitar a los actuales Beneficiarios de los Fideicomisos de Acciones de la Sociedad la venta de sus tenencias en el mercado”.