Histórica goleada de Atlético Tucumán ante Racing

Por primera vez, el Decano le ganó a la Academia en el Cilindro de Avellaneda y fue con un aplastante triunfo por 4-1 en el partido válido por la primera fecha de la zona 1 de la Copa de la Liga Profesional.

Atlético Tucumán, con una formación conformada con mayoría de suplentes, pisó fuerte hoy en Avellaneda y goleó 4 a 1 a un deslucido Racing, en un partido correspondiente a la primera fecha del grupo 1 de la Liga Profesional de Fútbol.

Ramiro Carrera y Luis Rodríguez, a los 5 y 22 minutos del primer tiempo, y Guillermo Acosta e Isa Luna, a los 20 y 34 del complemento, marcaron los tantos del elenco tucumano.

En tanto, Mauricio Martínez, a los 28 minutos del segundo tiempo, descontó para la “Academia”, que tuvo una actuación para el olvido con fallas en todas sus líneas.

El equipo visitante presentó una alineación altenativa, ya que preservó a los titulares para la revancha de 16vos de final de la Copa Sudamericana que disputará el próximo jueves frente a Independiente.

Pese a esto, el conjunto dirigido por Ricardo Zielinski jugó con aplomo, manejó los tiempos del partido, pegó en los momentos justos y prácticamente no pasó sobresaltos.

El encuentro se abrió rápido por una vía que los tucumanos explotan plenamente y que Racing suele sufrir: la pelota parada.

Se jugaban 5 minutos, el “Chavo” Alustiza lanzó un tiro libre en forma de centro, Gabriel Arias dejó un rebote corto frente al cabezazo de Mauro Osores y Carrera, de zurda, marcó el 1 a 0.

El gol le dio tranquilidad a Atlético, que era compacto y firme en defensa, mientras la “Academia” no encontraba espacios y apenas pudo inquietar con un par de zurdazos desde afuera de Lorenzo Melgarejo.

En ese contexto llegó el segundo tanto tucumano, convertido por Luis Rodríguez luego de una buena jugada colectiva que incluyó un tiro en el palo y una salvada providencial de Arias frente a un remate de Leonardo Heredia.

La “Academia” sintió el golpe y buscó reaccionar, pero solo generó peligro con un cabezazo de Lisandro López, que obligó al arquero Tomás Marchiori a volar sobre su izquierda para evitar el gol.

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