El Ministerio de Economía que comanda Martín Guzmán celebró la inflación de 2020 que fue del 36,1% cuando ese resultado sería catastrófico en casi cualquier país del mundo, pero para una Argentina que viene con una inflación del 47,6% en 2018 y de 53,8% en 2019, parece ser un buen resultado, o al menos lo es para esa cartera.
“La inflación de 2020 cerró en 36,1%, registrando 17,7 puntos menos que en 2019”, aseguraron desde el Ministerio y agregaron que “fue la más baja de los últimos 3 años”. Pero ello está directamente vinculado a los números bajos registrados durante el primer semestre en el marco de la pandemia del coronavirus.
Asimismo, es dable destacar que con un dólar anclado y la mayoría de los precios pisados no se puede destacar una buena gestión en materia de inflación y fueron los primeros meses como los de marzo y abril que registraron una inflación del 1,5% por lo que ayudaron a reducir la acumulada del 2020.
Según destaca el portal El Economista, ese escenario comenzó a darse vuelta, muy lentamente la vida comenzó a volver a la normalidad, las demandas por aumento salarial aparecieron nuevamente y los precios empezaron a ajustarse.
En ese sentido la inflación comenzó a escalar mes a mes, 1,9% en julio, 2,7% en agosto, 2,8% en septiembre, 3,8% en octubre, 3,2% en noviembre y 4% en diciembre.
Ese 4% anualizado daría un 60% y si se toma la inflación núcleo que fue de 4,9% por lo que el cálculo da 77%. Esa no será necesariamente la inflación del 2021, pero sí da cuenta que el dato que utiliza el Ministerio de Economía es viejo e intencionado.
Las elecciones se acercan y el Índice del Precio al Consumidor es cada vez más alto, ello genera que haya más dureza en las conversaciones entre el Gobierno y las empresa y ello, a su vez genera cierta rispidez.
Lo propio sucede con el Fondo Monetario Internacional respecto de las tarifas de servicios públicos y ello, en conjunto con los salarios y los consumos, agregando al dólar oficial será lo que marcará el primer número sobre la inflación y será el que indique si el año arranca con un 3%, 4% o 5%.
En diciembre, los precios de los bienes aumentaron 3,9% y la de los servicios, 4%. Los estacionales incrementaron 1,3%; los regulados, 2,6% y el IPC “núcleo” 4,9%.
A nivel regional, la inflación más alta se registró en el noreste, con 5,5% y la más baja en Patagonia, con 3%.
Por rubros, ganaron “salud” y “recreación y cultura”, ambos con subas de 5,2%. En el otro extremo, se ubicaron “educación” y “comunicación”, con 0%.
En dos décadas, nos comimos dos ceros.
El efecto compuesto es demoledor, si encima le metes este ritmo, peor.
16 años sostenidos de inflación de dos dígitos en todos los contextos externos y locales.
PD. 2016 fue 9,8% con precios ya pisado y después de 2005 de 12,3%. pic.twitter.com/VTG17wviWm— Gabriel Caamaño (@EcoLedesma) January 14, 2021
En todo 2020, el rubro que más subió fue “prendas de vestir y calzado”, con 60% mientras que “comunicación” apenas avanzó 7,6%.
El rubro más monitoreado por el Gobierno (alimentos y bebidas no alcohólicas) subió 4,4% en diciembre y 42,1% en todo 2020. El rubro (con datos de GBA) tuvo, en su interior, aumentos de 56,9% para la carnes y derivados en todo 2020; de 64,4% en frutas y de 58% en verduras, tubérculos y legumbres.
Lo que menos subieron fueron “aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos”, con 18,8%. Otro subrubro sensible (leche, productos lácteos y huevos) avanzó 20,2% interanual.
“La aceleración de la inflación en diciembre responde a cuestiones particulares del mes, que por su naturaleza no es esperable que se mantengan durante los próximos meses”, aseveran desde la Cartera que conduce Guzmán.
“Cerrado 2020, la inflación encadena 16 años consecutivos con una tasa de dos dígitos y el noveno año con un nivel que supera el 25% anual. En el medio, distintos gobiernos han ido probando con numerosos planes y medidas para combatirla: metas de inflación , metas de agregados, regulación de precios, ancla cambiaria, congelamiento de tarifas, etcétera. Hubo años de desaceleración, pero la tendencia ha sido siempre al alza”, marcaron desde la consultora LCG.
Los datos de avance del Indice LCG para las dos primeras semanas de enero muestran una inflación de alimentos de 4,3% mensual. “Así, esperamos otro registro alto de inflación mensual para el primer mes del año, en torno a 4% mensual”, señalan.
“De cara a los próximos meses, seguimos proyectando una aceleración de los aumentos. No obstante, en las últimas semanas se evidenciaron algunas idas y vueltas en decisiones del Gobierno que nos hacen pensar que el levantamiento de las anclas inflacionarias empleadas en 2020 (Precios Cuidados, tarifas, salarios) podría ser postergado, difiriendo la inflación para los años venideros. La vuelta atrás con el aumento del 5% autorizado a prepagas a partir de febrero, y la recurrente mención a que este año no habrá aumento de tarifas de los servicios públicos son hechos que fundamentan esta posibilidad”, añadieron.