El cordobés Facundo Campazzo sostuvo que intenta “hacer jugar” a los Denver Nuggets de la NBA con “mi identidad”, a la vez que resaltó que llegó a los Estados Unidos con la intención de “desafiarme y demostrar en un nivel como éste”.
“Busco hacer jugar al equipo con mi identidad, con mi ADN. Trato de mejorar y no cometer errores”, expresó el base de la franquicia del estado de Colorado, que reúne una marca de 17 triunfos y 14 derrotas en lo que va de la temporada.
El exjugador de Peñarol de Mar del Plata y Real Madrid, de 29 años, ofreció esta noche una charla a través de plataforma Zoom para distintos medios argentinos.
“Llegué a un lugar diferente y sabía que había que adaptarse y sigo intentándolo lo más rápido. Hace cuatro meses estaba jugando en otra liga, otro país y de un día a otro hubo un cambio de 360 grados”, manifestó el armador del seleccionado argentino.
Campazzo, quien se inició en el club Municipal de Córdoba, también se refirió a la relación que mantiene con el entrenador Michael Malone.
“Es uno de esos entrenadores como Sergio (Hernández) o Pablo (Laso, del Real Madrid) que está atento a si tenemos una sugerencia”, dijo.
“El (Malone) siempre me indica que tengo que ser Facundo Campazzo y no otro jugador. Obviamente la adaptación no es fácil, pero siempre me sentí respaldado por mis compañeros”, indicó.
En lo que va de la máxima competencia basquetbolística internacional, el argentino (el decimotercero a lo largo de la historia) reúne una media de 5,4 puntos; 2,1 asistencias y 0,9 rebotes en los 28 encuentros que protagonizó.
Ante la consulta de Télam respecto de qué puede corregir en su juego, Campazzo advirtió: “No hay mucho tiempo para entrenar como equipo, porque es partido, descanso, partido y libre”.
“Es como un Mundial de siete meses y entonces te hacen hincapié en la toma de decisiones. Si tenés un tiro abierto no dudes y si lo metés bien y si lo errás, sigue siendo un buen tiro”, puntualizó.
Campazzo sabe que su nombre -de a poco- comienza a ser conocido en el ambiente, aunque eso no lo obnubila: “Si me hago un nombre será consecuencia del trabajo que haga”, certificó.
“Intento parar y pensar dónde estoy y es algo increíble para el jugador que cuenta con asistentes, pasadores, entrenadores, hoteles, viajes. Disfruto con los pies en la tierra para competir”, sostuvo el jugador, de 1,79 metros de altura.
La pandemia de coronavirus no permite acudir a los estadios pero en Argentina, a través de las redes sociales, acompañan la aventura del ex Peñarol en su experiencia NBA. “No tomo dimensión. No pienso para no volverme loco. Al no haber gente en los partidos lo que sigo en redes es increíble por el apoyo que tengo y los fanáticos que se quedan hasta altas horas” manifestó feliz, por “el respaldo que recibo de los fanáticos”, dijo.
“Quiero competir, mantenerme muchos años acá. Mi sueño lo cumplí y buscaré mantenerme en esta liga”, cerró Campazzo.