El gobierno de Javier Milei tomó la decisión de reglamentar una medida polémica: habilitar a las universidades públicas a cobrar aranceles a los estudiantes extranjeros no residentes en Argentina.
Esta decisión, que modificará la Ley de Educación Superior, permitirá que cada universidad pueda determinar si cobra o no a los inmigrantes por cursar estudios en sus instalaciones.
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La iniciativa forma parte de la denominada Ley Bases y surge en un contexto marcado por el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, lo cual generó una fuerte reacción del sector académico, que organizó una marcha masiva en rechazo a la decisión de Milei.
No obstante, el gobierno avanza con su agenda educativa, y ahora enfoca su mirada en los estudiantes extranjeros, argumentando la necesidad de que contribuyan económicamente al sistema.
En declaraciones al programa “¿La Ves?” de TN, Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, defendió la medida afirmando que los estudiantes internacionales no residentes, tras culminar sus estudios, generalmente no permanecen en el país ni pagan impuestos que ayuden a sostener el sistema educativo público.
“Es razonable que hagan alguna contribución”, expresó Menem, quien destacó que el acceso gratuito que ofrece Argentina es un atractivo que no todos los países de la región brindan.
“Por algo están viniendo para acá, en sus países no debe ser tan accesible”, agregó, señalando el caso de Chile como ejemplo, donde los costos para estudiar Arquitectura rondan los US$ 6.107 más US$ 203 de matrícula.