El barrio San Vicente VI de Guaymallén vivió otra noche de caos y violencia, esta vez marcada por incendios y enfrentamientos que habrían sido en represalia por el asesinato de Isaías Benjamín Rivas, el niño de 10 años que perdió la vida tras recibir un balazo en el pecho el pasado domingo.
Durante la Nochebuena, alrededor de las 23:50, al menos tres viviendas fueron prendidas fuego en la zona de Los Corralitos, lo que movilizó a policías y bomberos. Entre las casas afectadas, una pertenece a Nahuel Agustín Pérez (23), señalado como el principal sospechoso de disparar contra el menor en un contexto vinculado al narcotráfico.
Enfrentamientos y represalias
Testigos aseguran que las viviendas fueron baleadas antes de ser incendiadas, en un aparente acto de represalia por parte de allegados a la familia de Isaías. Las llamas también alcanzaron dos domicilios cercanos, aunque no se registraron heridos.
La Policía dispuso un operativo especial para controlar la situación, ya que la tensión entre los vecinos y familiares sigue latente.
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Detenidos y antecedentes
Por el crimen de Isaías, quien estaba jugando en las calles Ferrari y Montaro cuando fue alcanzado por una bala en medio de un tiroteo, hay cuatro detenidos. Además de Nahuel Pérez, con antecedentes penales por drogas y robo, fueron arrestados los hermanos Octavio Nahuel (19), Maximiliano Leonel (23), y Melisa Muñoz Figueroa (25), presuntos coautores del ataque.
Según las primeras hipótesis, la familia del niño y los acusados tenían vínculos previos. La tía de Isaías declaró que la causa podría estar relacionada con denuncias por la venta de drogas en la zona, que habrían generado una disputa con los atacantes.