Parece una historia de nunca acabar, digna de una película. Anoche, mientras se realizaba el tercer juicio por el abuso sexual y muerte de Paula Toledo, confirmaron un caso de Covid-19 que obligó a suspender momentáneamente el debate al que se sometía Marcos Gráin.
Si bien el juicio continuará la semana que viene, y se extenderá durante el mes de enero, a pesar de que haya feria judicial, la noticia no fue recibida de la mejor forma por la madre de la víctima.
Nuri Ribotta, madre de la víctima, dialogó con Fm Vibra de San Rafael y criticó una vez más el accionar de la justicia. “Todas me tienen que pasar a mí”, sostuvo la indignada mujer.
Además de referirse al caso de Covid-19 que impidió la continuidad del juicio, mencionó que “Graín no tuvo la valentía de mirarme a los ojos”, y añadió que le causó malestar el reciente testimonio de Muñoz, ultimo testigo en declarar anoche.
“No sé para qué lo citaron, mintió todo el tiempo, no contribuyó en la causa”, explicó Ribotta que escuchó en el relato que el hombre, al que consideró indigente, había tenido relaciones sexuales con su hija.
Las palabras del sujeto fueron devastadoras, igual que tener que volver a narrar una vez más lo acontecido aquel 30 de octubre de 2003.
“Tengo depositadas las esperanzas para que se haga justicia, esto es lo último que voy a hacer, son 17 años de lucha”, se la escuchó decir a la valiente mujer.
En un pasaje de la charla criticó una vez más el trabajo del médico forense y la instrucción de la causa, al señalar que “para mí nunca hubo respuestas, hicieron todo mal, no preservaron las pruebas. Talio (médico forense) nunca me recibió”.
Sobre el cierre se mostró agradecida por el acompañamiento de la comunidad sureña y completó: “quiero que vengan por Paula sin exhibir banderas o pañuelos que nada tienen que ver con la causa judicial” y remató: “lo digo bien, no critico a nadie, cada uno piensa como quiere, pero en esta ocasión lo importante es Paula”.