El Gobierno de Javier Milei está evaluando la implementación del cronograma de actualización de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), lo que se reflejará directamente en el precio del litro de nafta y gasoil a partir del 1 de junio.
De no mediar una suspensión de último momento, como ocurrió en mayo, las pizarras de las estaciones de servicio en todo el país exhibirán los nuevos valores a partir de esa fecha.
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Impacto en los precios
La posible suba pendiente en el gravamen sobre los combustibles líquidos se trasladará directamente a los surtidores de las distintas petroleras. Según los cálculos, el litro de nafta súper escalará $177,84, lo que representa un alza del 20,44% sobre los valores vigentes. En el caso del gasoil, el incremento será de $121,01, equivalente a un aumento del 11,26%.
Antecedentes y cronograma
El posible ajuste se enmarca en el decreto 107, a través del cual la Secretaría de Energía estableció un cronograma de actualización de impuestos que habían sido postergados desde julio de 2021 durante la gestión anterior.
Los aumentos comenzaron a aplicarse en febrero, continuaron en marzo y abril, pero el ajuste previsto para mayo fue suspendido y quedó pendiente para principios de junio.
Guillermo Lego, gerente de la Confederación de Entidades de Comercialización y Hidrocarburos y Afines (CECHA), explicó a TN que el “incremento puro en las naftas sería de $202,88, pero al considerar que tienen un 12% de bioetanol -exento de impuestos- el alza sería de $177,84“.