Los contratos que están regidos por la antigua Ley de Alquileres sufrirán un nuevo incremento en octubre, lo que afectará fuertemente el bolsillo de los inquilinos. Según el Índice de Contratos de Locación (ICL), el ajuste será del 237,9%, una cifra considerable, aunque con una leve desaceleración en comparación con meses anteriores.
Este es el segundo mes en los últimos 51 meses en que se registra una baja en el ritmo de incremento del ICL. En septiembre, el ajuste fue del 243,1%, mientras que en julio llegó al 244,3% y en junio se situó en el 233%.
Si bien estos números muestran una tendencia a la desaceleración, el aumento sigue siendo muy elevado y difícil de soportar para quienes alquilan.
Impacto directo en los inquilinos
Para poner este aumento en perspectiva, un inquilino que hace un año pagaba $200.000 de alquiler, a partir de octubre deberá abonar $675.801.
El salto representa un verdadero desafío para los ingresos de las familias, que ya destinan gran parte de su salario al pago de la renta.
De acuerdo con estimaciones, el alquiler representa actualmente más del 45% de un salario promedio, lo que agrava la situación económica de muchos hogares.
Con los salarios que no logran seguir el ritmo de la inflación y el costo de vida, cada ajuste en los alquileres incrementa la presión sobre los inquilinos, dificultando aún más la capacidad de hacer frente a sus gastos básicos.