El fiscal de instrucción Leonel Gómez Barbella dijo que “existen serios indicios que hacen sospechar” que los oficiales de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que balearon a Lucas Gónzalez el miércoles por la mañana en Barracas, Gabriel Isassi, Fabián López y José Nievas, “han tergiversado los hechos al momento de informarlos a la autoridad judicial para mejorar su situación procesal”.
Así lo sostuvo Gómez Barbella junto con el titular de la Procuraduría de Violencia Institucional, Andrés Heim, en un dictamen que presentaron ayer a última hora en el que pidieron que se rechacen los pedidos de exención de prisión de los tres policías. La exención consiste en asegurarse no ser detenidos mientras transcurra la investigación judicial. Ahora deberá resolver el juez Martín Del Viso, a quien los fiscales le pidieron otras medidas en la causa, entre ellas que dicte el secreto de sumario de la causa, informaron a Infobae fuentes judiciales.
La posición de los fiscalías deja a los acusados cerca de sus detenciones, las que podrían concretarse cuando estén reunidas todas las pruebas para citarlos a indagatoria y acusarlos del delito de homicidio agravado por haber sido perpetrado por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones, que fue el que fijó la Fiscalía en la causa. Desde ayer al mediodía la misma está a cargo de Gómez Barbella.
“Si el juez ordena la detención, ellos van a ir a cumplirla”, dijo ayer Alfredo Olivan, uno de los abogados de los policías que agregó que cuando balearon a Lucas estaban cumpliendo funciones en uno de los ingresos de la villa 21-24 por orden de una Fiscalía de la ciudad de Buenos Aires en relación a delitos vinculados al tráfico de drogas. Pero no dio más detalles a la espera de exponerlos en la Justicia.
Isassi, López y Nievas pidieron ayer, a través de sus abogados, seguir en libertad mientras dura la investigación. Lo hicieron en base al principio de inocencia hasta tener una condena firme y porque no hay riesgos para la causa ya que tienen arraigo, se pusieron a disposición de la Justicia y fueron pasados a disponibilidad por el Ministerio de Seguridad porteño y con esa decisión no prestan actualmente funciones como policías.
Los fiscales se opusieron. “Se valoran negativamente las características y naturaleza del hecho que se le atribuye constitutivos de homicidio agravado por haber sido perpetrado por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones”, sostuvieron. Para ese delito el Código Penal de la Nación establece la pena de prisión perpetua.
También señalaron que hay riesgos de que entorpezcan la causa y de fuga: “No escapa del análisis, que existen serios indicios que hacen sospechar de que los imputados, han tergiversado los hechos al momento de informarlos a la autoridad judicial para mejorar su situación procesal, circunstancia que daría cuenta no sólo de su voluntad de sustraerse del proceso penal que se le sigue, sino también de entorpecer la investigación”.
La referencia es a que la primera versión de los policías en sus modulaciones fue que tuvieron un enfrentamiento con Lucas, de 17 años, y sus tres amigos. Eso ya fue descartado.
Los fiscales Goméz Barbella y Heim agregaron que los policías tienen la posibilidad de amenazar a testigos y familiares y que pertenecer a una fuerza de seguridad los coloca en “un lugar de poder indiscutible en el contexto social en el que se desenvuelven” y que les da “diversos conocimientos acerca de qué acciones y maniobras son hábiles y efectivas para desarrollar con miras a sustraerse del proceso, además de que, dicha posición lo hace acreedor de un sinnúmero de personas de referencia dentro de la fuerza que podrían colaborar en tal objetivo”.
Por último, la Fiscalía señaló que la libertad de los policías podría afectar a los amigos de Lucas cuando tengan que declarar como testigos. Señalaron que en este tipo de delitos graves “no puede descartarse que, por su entidad, haya causado repercusiones psíquicas en las víctimas, que impacten negativamente sobre su voluntad de colaborar y testimoniar en el marco de la investigación –extremos fundamentales del cuadro probatorio que fundamentará la acusación-, en caso de que la libertad de los imputados no sea restringida de momento”.
Los tres amigos de Lucas fueron detenidos y estuvieron en un instituto de menores hasta el jueves que fueron liberados. El juez de menores Alejandro Cilleruelo los sobreseyó luego de determinar que no cometieron ningún delito. “Abrir fuego con tres pistolas 9 mm, contra un auto en movimiento del modo en el cual se lo hizo, léase se disparó a la altura de zonas vitales, es decir no a los neumáticos para lograr la efectiva detención, resulta desacertado”, dijo el magistrado en su resolución.
También que “la policía en una democracia no puede actuar bajo ningún concepto de modo subrepticio y sin debida identificación, menos cuando están ordenando la detención de un vehículo del cual como se comprobó no partió agresión de ninguna naturaleza, pues no existieron armas de fuego operando desde el auto Volkswagen Suran”.
Luego de sobreseer a los amigos de Lucas, el juez se declaró incompetente para seguir con la causa. El expediente pasó a la justicia de instrucción. El magistrado Del Viso le delegó la investigación al fiscal Gómez Barbella quien la tiene desde ayer al mediodía. Ahora el juez debe resolver los pedidos de exención de prisión de los policías.