
El malestar que dejó al descubierto una carta sin precedentes. El conflicto entre el Ministerio de Defensa y los integrantes de las Fuerzas Armadas quedó expuesto esta semana con una carta pública demoledora. La Asociación de Suboficiales Argentinos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (ASUBA) expresó su indignación contra el ministro Luis Petri, a quien acusan de “negar el derecho a una vida digna” y de haber mentido abiertamente en su última exposición ante el Congreso. En esa presentación, Petri desestimó los graves problemas estructurales que afectan a las fuerzas y pospuso hasta fines de 2027 la prometida equiparación salarial.
Desde ASUBA alertan que la situación es desesperante: muchos suboficiales deben endeudarse mes a mes para sobrevivir, con sueldos que no alcanzan a cubrir el costo de vida básico de una familia tipo. A esto se suma el deterioro creciente del IOSFA, la obra social de los uniformados, cuya crisis financiera fue admitida por el propio ministro. “Se está desprotegiendo a quienes cumplen con disciplina su función esencial de defender la soberanía y la seguridad del país“, advierten.
Promesas incumplidas, pobreza y un clima de decepción generalizada
La carta refleja una ruptura profunda entre la conducción civil de la defensa nacional y los cuadros subalternos del sistema militar. Desde ASUBA no sólo cuestionan la inacción oficial, sino que recuerdan que Petri había prometido, al asumir su cargo, trabajar por la dignidad del personal militar y garantizar una mejora progresiva de los haberes. “Hoy nos encontramos no sólo sin respuestas, sino con un silencio institucional que ofende“, sentencian.
El malestar trasciende lo salarial y pone en jaque el vínculo de confianza entre el personal militar y el Estado. La misiva deja en claro que las bases ya no están dispuestas a tolerar el abandono. “Es cruel lo que está ocurriendo con nuestras familias. Es inadmisible que se niegue la realidad cuando hay uniformados que no pueden pagar el alquiler ni los medicamentos“, denuncia el texto. La publicación de esta carta marca un hecho inédito en la historia reciente del país: militares en actividad y retiro recurriendo públicamente a la protesta para exigir condiciones dignas. La gestión Petri, que se pretendía modernizadora y dialoguista, enfrenta ahora una de sus peores crisis internas.