El Ministerio de Seguridad y Justicia de Mendoza llevó adelante un importante operativo de seguridad para el partido entre Boca Juniors y Talleres de Córdoba. El encuentro es en el Estadio Malvinas Argentinas y con la presencia de ambos públicos.
Para este operativo, se desplegaron 950 efectivos, distribuidos tanto en el interior del estadio como en sus alrededores. Cerca de 800 policías custodian el interior del Malvinas Argentinas, mientras que otros 150 efectivos están apostados en puntos estratégicos del Parque General San Martín y en los alrededores.
El operativo se extendió más allá del estadio, con controles en puestos fronterizos, en coordinación con Gendarmería Nacional y la Policía de San Luis, para custodiar el ingreso en colectivos de los simpatizantes a la provincia.
“Hemos llevado adelante un operativo conjunto en el Arco Desaguadero y en Zapata, donde se ha hecho un control integral de requisas y de Tribuna Segura. Esto lo hemos hecho en forma mancomunada entre Policía de Mendoza, Ministerio de Seguridad de la Nación y de la Provincia de Mendoza, y Gendarmería Nacional. En total, se controlaron 32 colectivos con simpatizantes de Boca Juniors y 20 colectivos de Talleres de Córdoba”, detalló el director general de Relaciones con la Comunidad, Hernán Amat.
El jefe de la Dirección de Planeamiento Operativo, Alejandro Sandoval, explicó que, en los controles dispuestos, tanto en Desaguadero como en la zona de Zapata, en el Valle de Uco, “se ha logrado el secuestro de una gran cantidad de bebidas alcohólicas, que quedaron retenidas en el lugar”.
En ese sentido, indicaron que en uno de los puestos ubicados en Guaymallén se detuvo un vehículo particular con cinco ocupantes, todos hinchas de Talleres de Córdoba. El conductor, quien dio positivo en el test de alcoholemia con 1,39 g/l, fue trasladado a la Comisaría 25° para su debido proceso. Además, el vehículo quedó retenido y se tomaron las medidas correspondientes con los ocupantes en estado de ebriedad.
En el estadio el operativo incluye el despliegue de cámaras de videovigilancia y reconocimiento facial, tanto en los accesos como en el interior. El despliegue tecnológico es complementado con cámaras corporales utilizadas por la Policía, asegurando un control exhaustivo durante todo el evento.
