El arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), monseñor Jorge Lozano, reclamó hoy a la dirigencia política que “no venda humo” y encare acciones profundas y eficaces contra el narcotráfico, que, aseveró, forma parte de un “cáncer social alimentado por la corrupción y la avaricia de dinero y poder”
El prelado sostuvo que la expresión de la pandemia del coronavirus “resuena más fuerte”, pero “sin embargo, esta ‘otra pandemia’ de la droga es acallada, escondida o, lo que es peor, disfrazada con expresiones y apariencias recreativas”.
El religioso apeló además a la unidad entre la capilla, el club y el colegio, como esquema social para alejar de las drogas a la gente, y especialmente a los niños y jóvenes.
“Por ser uno de los problemas más acuciantes de las familias, poco se habló de la droga y del narcotráfico en la campaña electoral y en los debates siguientes a las PASO. La sensación de impotencia y la desproporción de fuerzas constituyen un gran desafío”, lamentó Lozano en su reflexión semanal, publicada por la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA).
Lozano dijo además que cuando escucha a dirigentes políticos hablar de despenalización del consumo de drogas o su uso recreativo en fiestas, o cuando escucha decir que “un porro es inocuo”, se pregunta “en qué tipo de jóvenes están pensando, en qué modelo de salud, qué sociedad”.
Ante ello reclamó: “Que no nos vendan humo”.
Añadió que “muchos son los que se encuentran a la intemperie, física y existencial. Duermen en la calle, las estaciones, las plazas y se naturaliza esa situación. La indiferencia no colabora en la búsqueda de soluciones eficaces”.
Y advirtió que “no es algo oculto el vínculo entre las actividades mafiosas del narcotráfico, la trata de personas, los desarmaderos de autos robados, el comercio de armas. Son parte del mismo cáncer social alimentado por la corrupción y la avaricia de dinero y poder”.
Monseñor Lozano aseguró que “debe haber en cada barrio una creativa y audaz cercanía entre ‘las 3 C’: Capilla, Club y Colegio”.
Y en ese contexto rescató lo dicho por el papa Francisco acerca de que “‘la Iglesia es un Hospital de Campaña’ que recoge a los heridos del sistema, que éste excluye y margina. La Iglesia es una madre que sale al encuentro de sus hijos para abrazarlos y darles un lugar, una familia grande”.
“No quiero dejar de reconocer el esfuerzo y la entrega de hombres y mujeres que se comprometen y ‘reciben la vida como viene’, según expresión del cardenal Jorge Bergoglio”, amplió.