
El real brasileño se desplomó casi un 4% este viernes, arrastrando al tipo de cambio bilateral con Argentina a su nivel más bajo en un mes y generando preocupación en el mercado local. La depreciación de la moneda brasileña se dio en un contexto regional marcado por la caída generalizada de divisas —salvo el peso argentino—, el descenso en los precios de las materias primas y la creciente tensión por la guerra comercial entre Estados Unidos y sus socios estratégicos.
El peso chileno cayó un 3%, el colombiano un 2,9% y el mexicano un 2,5%, mientras el petróleo se hundió un 7% y la soja tocó su valor más bajo en lo que va de 2025. La suma de estos factores golpea a las economías exportadoras, incluidas las del Mercosur.
Sebastián Menescaldi, director de EcoGo, atribuyó los movimientos al nuevo paquete arancelario anunciado por el gobierno de Donald Trump, lo que impulsó a los países emergentes a devaluar sus monedas para intentar mantener competitividad. En el caso argentino, el escenario es aún más delicado por la imposibilidad del Banco Central de acumular reservas y la limitada cobertura del FMI.
Desde Abeceb, el economista Gustavo Peregó señaló que el mayor impacto será en Asia, lo que podría reducir la demanda de commodities argentinos, afectando los ingresos por exportaciones. Además, advirtió que una prolongada presión sobre el tipo de cambio podría derivar en inflación, y alertó sobre el riesgo de una recesión global si persiste la política arancelaria de EE.UU.
El real cerró a 5,83 por dólar; en Argentina, el tipo de cambio oficial fue de $199,60. El real blue trepó a $231,75 y el real tarjeta alcanzó los $259,48.