Román es un niño de 2 años, vive en San Rafael, y a pesar de su corta edad fue víctima de la inseguridad.
Su papá, Darío Bazán, contó Diario San Rafael una insólita historia que, afortunadamente, tuvo final feliz.
El miércoles, la hermana de Darío los invitó a ambos almorzar; se detuvieron en avenida Balloffet y calle Juárez Celman, y él junto a su madre se bajaron a hacer compras, quedando sobre el auto su pareja, su abuela y dos niños (entre ellos, Román).
Sin que su madre lo notara, Román, accidentalmente, tiró la pelota por la ventana del auto y, poco después otro vehículo se detuvo cerca, bajó una mujer y, tras tomar la pelota, se fue del lugar, a pesar de que gente que estaba cerca le hacía señas para que se detuviera.
“Yo le avisé a mi hermana, que es policía, ella hizo la publicación por Facebook y le agradezco a toda la gente que compartió, y especialmente le quiero agradecer al señor Javier Aranda, del local 16 de La Saladita, quien se contactó rápidamente con nosotros y le regaló una pelota a Román, se lo quiero agradecer, que Dios lo bendiga a él y a su familia”, destacó Darío, y criticó la actitud de aquella mujer, que circulaba en un vehículo costoso y no dudó en tomar la pelota que no era suya.
Darío aclaró que el enojo no tiene que ver con el valor del juguete, sino con el hecho en sí.
Sin embargo, la historia tuvo final feliz, en este caso, un comerciante, de manera desinteresada le devolvió a Román el regalo de los Reyes Magos.