A casi tres meses del inició de este fenómeno, la actividad del volcán de Cumbre Vieja ha llegado a su fin y trajo calma en los habitantes de la Isla de La Palma.
“Los signos registrados hacen tener esa certeza. No hay gases significativos, no hay sismos, no hay tremor, no hay deformaciones significativas”, afirmó Julio Pérez, consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias.
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Y agregó: “El fin de la erupción no significa el fin de la emergencia. Significará el comienzo paulatino, gradual y ordenado del realojo y el comienzo de las pruebas que podamos hacer para actuar sobre la lava y restablecer las comunicaciones”.
El volcán estuvo activo en España durante 85 días y ocho horas. Por otro lado, causó daños por valor de cerca de 900 millones de euros.
