El español Carlos Alcaraz venció esta tarde al ruso Daniil Medvedev por 6-3, 6-3 y 6-3 y se enfrentará con el serbio Novak Djokovic, quien antes superó al italiano Jannik Sinner, en la gran final de Wimbledon el domingo.
En esta segunda semifinal sobre el césped de Londres, lo cierto era que habría un jugador que alcanzaría la final por primera vez.
Con “Nole” a la espera, fue el murciano quien avanzó a la última ronda en una hora y 49 minutos para medirse con el siete veces campeón en el tercer Grand Slam del calendario.
De esta manera, Alcaraz se convirtió en el octavo jugador en activo en llegar a la final en el All England Lawn Tennis and Croquet Club.
La eterna batalla
La pelea por el número uno del ranking de la ATP está al rojo vivo. Alcaraz y Djokovic tienen la oportunidad de salir de Wimbledon en lo más alto. El español en estos momentos aventaja al serbio por 80 puntos. Quien sea el vencedor en la final que se jugará el domingo será coronado como el mejor del mundo.
En junio en París, Djokovic ganó imponiéndose a un Alcaraz que, pese a tener ya en su haber un Abierto de Estados Unidos, fue víctima de calambres provocados por los nervios de disputar esa final contra él.
El español podría cobrarse ahora la revancha, aunque jugarán en una superficie que el número dos del mundo domina más.
Djokovic ha disputado ocho finales en Wimbledon y ganado siete. Además no ha perdido un partido en su pista central desde 2013. A sus 36 años, al serbio le “gustaría creer” que está jugando su mejor tenis, según afirmó.
“Prefiero no mirar la edad como un factor decisivo”, dijo. “Los 36 son los nuevos 26”. “Siento mucha motivación y estoy inspirado para jugar el tenis que amo (…) tanto tiempo como pueda”, aseguró.
