La Caja Mágica fue testigo de una noche llena de emociones cuando Rafael Nadal, el ícono del tenis español, se despidió entre aplausos y lágrimas tras su derrota ante Jiri Lehecka en el Masters 1000 de Madrid.
La semana que había sido un resurgimiento para Nadal culminó de manera inesperada cuando el jugador checo, clasificado en el puesto 31 del mundo, detuvo su avance con una victoria contundente de 7-5 y 6-4.
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Sin embargo, más allá del resultado, lo más trascendente fue el adiós de Nadal a uno de los torneos más significativos de su carrera, donde había sido campeón en cinco ocasiones.
Una ovación atronadora recibió al tenista español mientras observaba cómo se desplegaban banners desde el techo, recordando sus gloriosos triunfos en la Caja Mágica. Además, Feliciano López, amigo y colega de Nadal, le entregó un trofeo en reconocimiento a su brillante trayectoria.
Con micrófono en mano, Nadal pronunció un discurso conmovedor que conmovió a todos los presentes, incluida su familia. “Ha sido una semana especial, positiva en muchos sentidos“, expresó Nadal visiblemente emocionado. Recordó sus primeros pasos en el torneo en 2005, y cómo desde entonces había sentido un apoyo incondicional por parte de los aficionados.
“Sinceramente, lo único que puedo hacer es dar las gracias“, concluyó el tenista español entre lágrimas.