Para ponerlos en contexto por si viven en la Fosas de las Marianas o no le gusta las películas de superhéroes, en Avengers: Infinity War –sí, van a haber spoilers, pero a esta altura ¿quién no vio esta peli?– el malo es un tipo que va de planeta en planeta matando a la mitad de la población. Porque de donde proviene, la sociedad llegó al colapso al llevar al límite su sostenibilidad. Al final, consigue unas gemas superpoderosas que lo deja exterminar a la mitad de la población de cada planeta del universo, al mismo tiempo, de forma aleatoria, e indolora -ponele- Spiderman nos hizo llorar a todos.
Cualquier ecólogo puede explicar porque ese plan a la larga no tiene sentido. Acá hay alguien que lo hizo de manera bastante simpática [ http://biolonita.blogspot.com/2019/04/el-plan-de-thanos-y-la-ecologia.html ] pero nosotros vamos a adentrarnos más profundo en los conceptos mismos. Partiendo por el ecologismo podríamos decir toscamente que privilegia la naturaleza. Pero ¿la naturaleza se privilegia? Si realizamos una mirada histórica parece que no. Ha habido extinciones masivas desde el inicio de la vida desde mucho antes de que nosotros estuviéramos en el mapa. Pero antes parece que hay un preconcepto que todavía falta deconstruir: lo natural.
Lo “natural”
El eje parece estar en esta división de natural vs. artificial. Si llamamos natural a todo lo que no es humanidad -o alien en este caso, o cualquier estructura cognoscente- y artificial, por el contrario, al despliegue de la humanidad en el entorno, veremos rápidamente que el lío está en que no son separatistas, sino completamente indiscriminables.
Por ejemplo, un ecologista radical podría ser peor que Thanos y abogar por la extinción masiva de la humanidad en pos de la naturaleza. Y lo hace porque él privilegia esto “otro”. El problema está que si lo natural es lo no intervenido, no existe lo natural. La sola presencia o existencia nuestra al pensar algo lo modifica con respecto a esta visión de “lo no intervenido”, porque en nuestra visión idealista sin influencia nuestra, sería sin nosotros lo que lleva a esta contradicción.
Lo “artificial”
Podríamos concluir que todo lo natural es dentro de lo artificial -si sigo así Greenpeace me va pegar un cuetazo-. Pero lo artificial es bien sabido que nace de lo natural. Hubo una época donde no había estructura cognoscente hasta que la evolución llevó a que existiera -no, acá no se pone en duda la evolución, darwinista de la cuna hasta el cajón- . Entonces aquí mi tesis: lo natural con respecto a lo humano es completamente arbitrario. El tema es quién decide esa arbitrariedad.
Thanos y el autoritarismo
Bajo esta premisa, el accionar de Thanos es completamente monárquico, él se toma la potestad de decidir por sobre toda la estructura cognoscente -me encanta esa expresión me hace sentir intelectual-. Y ahí está el error, porque si lo natural está en este juego de fuerzas de los seres inteligentes con lo demás, al matar a la mitad -sí, ya es el el crimen más terrible por ser el genocidio más grande del universo- elimina gran parte de esta significación. Como así también las soluciones que pueden surgir desde esta mitad, el conocimiento es exponencial mientras más piensan, pareciera obvio. Nuestro villano lo es porque sus motivos no son buenos, sino que racionaliza su necesidad de venganza para así justificarse. Sin querer ser muy abarcativo, podríamos decir que es lo que caracteriza a cualquier terrorista.
¿Entonces qué?
Podemos sacar varias conclusiones, y no es que Thanos podría haber duplicado los recursos –como me dijo un amigo cuando debatimos esto, fue buena- sino que para una sana relación con el entorno no queda otra que entenderlo, y mientras más seamos quienes lo hagamos mejor.
Lo ideal sería una democratización total en conocimiento y poder. Si el poder está centralizado por unos pocos esta relación es insatisfactoria per-se. Porque sea lo que sea que se decida va a quedar “desequilibrada” con la noción de naturaleza de todo el conjunto. Para que esto suceda es necesario, pero insuficiente, una especie de voto universal. Va completamente intrínseca la parte de conocimiento.
La democratización de conocimiento se refiere a que la estructura cognoscente entienda, en todas sus individualidades, realmente como funciona la realidad si se me permite ser redundante. Y esta empresa solo la puede realizar la estructura misma. Al entender todos cómo funcionan las variables de la realidad vamos a saber cómo modificarla hacia la que decidamos mejor. Porque la modificación, como vimos en esta paradoja natural-artificial, es inherente e inevitable para nuestra existencia. Así que lo mejor es hacerla con responsabilidad. Y no puede ser de otra forma que la ciencia sea de todos, todas y todes. Cada ser pensante tiene que tener su parte para una supervivencia y vivencia justa. Sí, ya se dieron cuenta, como que nos olvidamos de Thanos, solo fue una excusa para plantear, en lo que a mí respecta, el gran paradigma de nuestro presente.
Espero le haya gustado la columna, los invito a debatir en mis redes, nos vemos la próxima semana y si les agradó compartan y spameen como nunca han spameado.
Este artículo se publicó inicialmente en malarguehoy. Click acá para ver el original.