Este domingo, el bloque de senadores del Frente de Todos le envió una carta al Fondo Monetario Internacional, en la que plantean que “se abstengan de condicionar la política económica” del Gobierno e instan a que se explique bajó qué consideraciones decidieron otorgarle al gobierno de Mauricio Macri un préstamo de 44 mil millones de dólares.
“Es necesario entender qué falló al momento de gestionarse los fondos que tan irresponsablemente ese organismo le prestó a la Argentina”, sostiene la misiva enviada a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
La carta, que contiene 31 puntos, fue un mal trago para el gobierno de Alberto Fernández, en el contexto de su intento de negociación con el Fondo Monetario Internacional. “Nunca más inoportuna”, aseguraron desde el espacio albertista a MTN.
No lo dirán públicamente, pero el desagrado se percibe en el aire. Por eso el silencio del ministro de Economía, Martín Guzmán, y toda su comitiva.
Lo curioso es que una de las firmantes es la mendocina Anabel Fernández Sagasti, que se suponía de buena relación con el presidente de la Nación.
Y no solo la legisladora camporista ha puesto su rúbrica, sino que además ha sido una de las que tuvo la misiva en sus manos antes de que se hiciera pública.
Así lo cuenta diario Clarín este lunes: “El borrador de la carta que el bloque de senadores del Frente de Todos entregó a la misión del FMI que se encuentra en la Argentina circuló entre apenas un puñado de integrantes de la mesa chica de la bancada oficialista: su presidente y la vice, José Mayans y Anabel Fernández Sagasti, los cristinistas María de los Ángeles Sacnun y Oscar Parrilli y el cordobés Carlos Caserio, titular de la comisión de Presupuesto de la Cámara alta. Con el texto ya afinado, se lo hicieron llegar a Cristina Kirchner, quien dio el OK, según trascendió”.
Recién tras obtener el aval final de la vicepresidenta, en el atardecer del sábado, un secretario de la bancada oficialista del Senado se acercó hasta el hotel en el que se hospeda la misión del FMI para entregar la carta. Pero no pudo ser entregada porque uno de los miembros del Fondo, Luis Cubeddu, se había contagiado de coronavirus.
No hay remate.