El reconocido referente de los Enanitos Verdes, Felipe Staiti, rompió el silencio en la previa del recital que brindarán durante la Fiesta Departamental de la Vendimia de la Ciudad de Mendoza.
Además, se refirió a lo que le genera a la agrupación volver a tocar en nuestra provincia, luego de la muerte de Marciano Cantero.
¿Cómo ha sido el proceso de aprender a convivir con la ausencia de Marciano Cantero?
La partida del Marciano fue una tristeza muy grande, porque si bien es algo que uno vislumbra, que nadie es eterno, cuando sucede es un cachetazo de realidad. Con el Marciano nos unía la música, los Enanitos Verdes. Teníamos un lazo de unión en ella.
¿Qué señal sentiste que te dio fuerzas para trascender la tristeza y mantener vivo el proyecto?
El proyecto lo iniciamos con Marciano hace muchos años. Empezamos a tocar en mi casa, en la calle Gutemberg, enchufados al equipo Shirton que me regaló mi viejo, con auriculares, y fuimos construyendo la historia de los Enanos a través de la vida, mientras nuestras vidas personales iban sucediendo. Ahora, ante la ausencia de Marciano, el río sigue, porque es algo que es nuestra vida y, en mi caso, es mi vida y yo sigo aquí y tengo que seguir haciéndolo, porque es el proyecto de vida. Los Enanitos han sido el proyecto de toda mi vida, llevo tocando con los Enanos más de 40 años, cuando empezamos. Ahora es tiempo de agarrar todas esas canciones, honrarlas en algún punto y hacer nuevas cosas también.
¿En qué estado está ahora el concepto Enanitos Verdes?¿Cómo están conformados actualmente?
En este momento, los Enanitos estamos como rearmándonos, hasta diría que estamos rearmados. Ya hicimos un primer show, que fue el primer show de la vuelta de los Enanos sin Marciano. Fue en Los Ángeles, en un festival que se llama “Bésame Mucho”, es un festival muy grande que se hace en el Dodger Stadium de Los Ángeles, con 60.000 personas. Fue algo súper lindo y emotivo, inclusive se subió a cantar en un momento Rubén Albarrán de Café Tacuba. También, estuvo David Summers de Hombres G cantando una canción y Noel Schajris de Sin
Bandera. Las demás canciones las canté yo, con un corista que tenemos de Miami.
En este momento, la formación es con Guillermo Vadalá en el bajo; Jota Morelli en batería, quien ya tiene más de diez años de estar tocando con los Enanitos; y un tecladista, Bosco, que es un mexicano que vive en Miami. Gente muy talentosa.
La verdad que es un espectáculo, porque todos estamos en el mismo tren de decir ‘tenemos que poner la banda en lo más alto’. No le tengo miedo en lo absoluto al desafío. Como decía recién, las canciones en algún punto ya pertenecen a la gente. Hacemos tres acordes y la gente ya empieza a cantar y eso es fantástico. A veces me preguntan quién canta las canciones y es la gente. Los Enanitos estamos en ese lugar en este momento.
¿Cuáles son las expectativas de volver a tocar en Mendoza, luego de toda la tormenta emocional y profesional?
Para mí, hay una cuestión cabalística con Mendoza. Lo digo porque, cuando empezamos a tocar, fue en Mendoza y los primeros conciertos se hicieron acá. Antes de irnos a Buenos Aires, en el ‘83, hicimos un concierto en el Teatro Independencia y fue como decir ‘bueno de acá nos vamos a Buenos Aires’. Después, en Mendoza, hemos tocado muchas veces en las vendimias. Creo que fuimos la primera banda que hicimos, en el ‘88, la Fiesta Nacional de la Vendimia. Ahí, me parece que empezó la moda de poner bandas en la fiesta.
Ahora, en esta oportunidad, que sea Mendoza el lugar donde vamos a recomenzar, a pesar de que ya hicimos ese primer show en Los Ángeles en diciembre, yo lo considero como el reinicio, como ese último show antes de irnos a Buenos Aires en el ‘83 en el Teatro Independencia, como el primer show que hicimos en el Wine Rock en marzo, cuando empezamos la gira después de la pandemia y de estar más de dos años sin tocar. Ahí, arrancamos desde Mendoza y empezamos la gira de los 40 años, donde alcanzamos a hacer México y Estados Unidos. Y, ahora, hacerlo en el contexto de la Fiesta de la Vendimia de la Capital, en Mendoza, de donde somos, donde sigo
viviendo, el lugar que amo en la Tierra, me parece totalmente de buen augurio. Va a estar genial, con estos Enanitos “reloaded”, con Guillermo en el bajo, con Jota en la batería, con Bosco en el teclado, con Damián en los coros y con un par de invitados en el coro también, de acá de Mendoza.
Es como ambiguo, pero estoy contento de poder hacerlo y creo que hay que correrse un poco del lugar de Marciano, que no está físicamente con nosotros y hay un montón de cosas que nos hacen tenerlo cerca. Como decía, el lazo que nos unió fue la música y de alguna u otra manera yo sigo unido a él a través de los Enanitos.
¿Cómo será el show y qué otros proyectos se vienen en este año que empieza?
El show de Mendoza, más allá de toda la emotividad que tenga el hecho de que sea acá porque es como tocar en tu casa, va a tener un momento de homenaje para Marciano de parte de los Enanitos, de lo que somos y de su tiempo con nosotros. Obviamente que vamos a estar tocando las canciones que sabemos que la gente quiere escuchar y también las que queremos tocar. Va a ser como el testeo de las canciones que vamos a hacer en lo que venga para este año, que tenemos programadas giras por México y por Estados Unidos. Es el momento de probar algunas cosas y de hacer el test drive de lo que se viene. Lo auspicioso es que sea en Mendoza, es como de acá tomar el impulso y salir al mundo.