Falta de dólares: autopartistas dejarán de abastecer a automotrices

Preocupación por la falta de piezas para producir automóviles. Smata habla de "suspensiones de personal".

Las terminales automotrices no pasan por su mejor momento. La falta de dólares para importar insumos y autopartes podría generar un serio dolor de cabeza.

Así lo alertaron, en una llamativa nota conjunta, tanto las empresas del sector automotor como el principal sindicato, el Smata, en la cual señalaron que, de seguir la restricción de dólares para producir, se darán “paradas de producción, suspensión del personal de toda la cadena productiva (aproximadamente unos 80 mil), como así también un impacto negativo muy significativo en las exportaciones y en el índice de la actividad industrial (IPI)”.

La misiva fue dirigida al titular del Banco Central, Miguel Pesce, ya que la entidad que dirige segmentó el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) para pagar importaciones de autopartes e insumos para la industria automotriz.

La nueva resolución  dividió esas SIMI’s en dos categorías: la “A”, que libera los dólares de manera automática, y la “B”, que exige esperar 180 días antes de poder pagar al proveedor.

Lo que ahora está ocurre, es que a las autopartistas se les está acabando el cupo de SIMI’s “A”, es decir, de dólares liberados en forma inmediata.

Esas empresas son las que están advirtiendo que sus proveedores no les aceptan esperar seis meses extra para cobrar y que, por lo tanto, ya no podrán seguir produciendo. Según se lee en la nota enviada a Pesce, hay un listado de 47 empresas autopartistas que agotan su cupo “A” de SIMI’s entre abril y junio.

La alarma se extendió entre las autopartistas y sus clientes, las terminales automotrices, y también repercutió en el Sindicato de Mecánicos (Smata) cuyo titular, Ricardo Pignanelli firmó la nota junto a Martín Galdeano (ADEFA) y Raúl Amil (AFAC).

“Confirmamos que varias empresas autopartista nos han informado que a partir de los primeros días del mes de mayo no podrán continuar abasteciendo a las empresas terminales, al no haber sido aceptado por parte de sus proveedores del exterior (en referencia a la demora de seis meses para pagarles) los cambios en las condiciones comerciales que tenían previamente a la comunicación A 7466”, dice la nota.

“Esta situación continuará agravándose en los sucesivos meses ya que alcanzará progresivamente al resto de las empresas autopartistas y terminales, teniendo como resultado paradas de producción, suspensión del personal de toda la cadena productiva (aproximadamente unos 80 mil), como así también un impacto negativo muy significativo en las exportaciones y en el índice de la actividad industrial (IPI)”, agregó la comunicación.

La industria automotriz, si bien es deficitaria en su conjunto (importa más dólares para poder producir vehículos de los dólares que genera con su exportación) llegó en 2021a un fuerte superávit en el renglón de vehículos terminados: las exportaciones totales fueron de 6.000 millones de dólares y para este año, según ADEFA, esperan llegar a los US$ 8.000 millones.

Sin muchas vueltas, empresas y gremio le pidieron a Pesce que se haga una excepción con el sector automotor “instrumentando un esquema que excluya a todo el eslabón industrial de la cadena de valor del sector, del alcance de esta normativa”.

 

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