La Subdelegación del río Mendoza debió adoptar una medida preventiva ante la falta de agua y dispuso extender hasta el 15 de septiembre el corte anual, que inicialmente estaba prevista hasta el 17 de agosto.
Detrás de esta medida existen razones de peso. Sobre todo, es que se encuentra terminando el peor año hidrológico del río Mendoza en los últimos 50 años.
¿Por qué el dique Potrerillos está tan bajo?, se ha vuelto una pregunta recurrente en los últimos meses. Está bajo porque Irrigación tuvo que distribuir para agua potable sobre todas las cosas, y con lo que sobró, tratar de satisfacer mínimamente a los productores. El nivel del dique baja día a día.
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“Vivimos una sequía. En un año normal hemos tenido 1.390 hectómetros y en esta temporada (desde octubre del 2021 hasta septiembre de 2022) apenas estamos llegando a 760 hectómetros. Faltan computar algunos aportes. Pero, aunque estamos un poco mejor que el año pasado, el registro es del 50% de un año medio”, explicó Marcelo Landini, el Subdelegado del río Mendoza.
En ese sentido, Landini convocó a los Inspectores de Cauce de la cuenca y firmaron un acta. Ellos son quienes tienen autoridad para darle agua a quien realmente la necesita.
“La actual es una temporada en la que tenemos un 50% de un año normal en nieve. No es malo, pero tampoco extraordinario. Vamos a estar mejor que el año pasado, pero muy por debajo respecto a un año normal o medio”, insistió Landini.
“El río Mendoza tiene la particularidad de que nunca cierra el grifo. Hemos estado erogando un caudal mínimo, que es el que va a enfriar las centrales térmicas de Mendoza, gran parte de la energía del Gran Mendoza. De ahí se deriva al agua potable, que hay que atenderla permanentemente, y el sobrante siempre da vuelta por los canales como un “riego de invierno”, sintetizó.