Personal de un equipo de antropología forense de la Universidad Nacional de Buenos Aires exhumó este jueves un cadáver del cementerio de la Ciudad de Mendoza, para extraer muestras y confirmar si se trata de Paulo Christian Guardati, un joven desaparecido el 23 de mayo de 1992 en Godoy Cruz.
Guardati, quien hace 31 años acompañaba a un amigo a la salida de un festival solidario de una escuela del barrio La Estanzuela, por un incidente con un agente de civil, lo llevaron a la repartición policial del barrio y nunca más se supo de él. Su ingreso no se registró en el destacamento y es un misterio hasta el día de la fecha.
En este marco, su madre, Hilda Lavizzari, tiene esperanzas de que los resultados sobre el cadáver exhumado confirmen que se trate de su hijo y así poder cerrar un largo ciclo de misterio y dolor.
Enoc Ortiz abogado de la familia Guardati, confirmó la exhumación y la toma de muestras a un cadáver “y los resultados del examen se conocerán en unos días”.
Según la causa, Christian Guardati habría sido “aprehendido por una persona de género masculino que sería personal policial”.
Los únicos imputados en el caso fueron los agentes Walter Rubén Godoy, José Aracena y Walter Rolando Páez y el cabo Oscar Ramón Luffi, quienes prestaban servicios en la repartición de La Estanzuela la noche de la desaparición del joven, pero finalmente resultaron sobreseídos.
“Estos restos están identificados como correspondientes a otra persona, pero con pericias con inconsistencias de otra época. Y dado que la mamá tiene la firme convicción de que podría ser su hijo, procedimos a la búsqueda”, explicó el fiscal federal Daniel Rodríguez.