Ante un desarrollo persistente del Covid, el cual continúa diversificándose a una velocidad mayor que la de las vacunas bivalentes, ya se registró una nueva cepa en el mundo.
Actualmente, existe una subvariante que manda a nivel global: XBB.1. En Argentina, el último Boletín Epidemiológico informó que casi todos los nuevos contagios desde la segunda semana de abril corresponden a esa última subvariante.
“La producción de la vacuna bivalente no se frenó por completo pero será así en un tiempo, por pedido de la FDA de Estados Unidos (tras una recomendación de la OMS). La tecnología tiene que seguir a la evolución del virus”, confirmó Rodrigo Sini, jefe del Area de Vacunas para Enfermedades Respiratorias de Mercados Emergentes del laboratorio Pfizer, a Clarín.
De esta forma, se regresaría a la vacuna monovalente para tratar de forma más eficaz a la nueva cepa de Covid.
La nueva vacuna
La Asociación Española de Pediatría elaboró un documento que justifica los cambios en base a lo que se denomina “pecado antigénico original”. Se trata de una especie de huella genética imborrable, que en este caso ha dejado la variante de Wuhan. Esto hace que la vacuna bivalente apunte en mayor proporción hacia la cepa ancestral que a la subvariante Ómicron.
“Cuando un individuo vacunado con una de las vacunas monovalentes de la cepa ancestral (o ha padecido la infección por esta cepa), recibe más tarde un refuerzo con una de las vacunas bivalentes (cepa ancestral más variante Ómicron), la respuesta de anticuerpos neutralizantes va dirigida, en gran medida, frente a la proteína S de la cepa ancestral”, expresa el documento.
La consecuencia es que “se produce así una respuesta intensa de anticuerpos neutralizantes frente a la proteína S de la cepa ancestral, y de mucha menor magnitud frente a la proteína S de la variante”.
Sini consideró que “lo importante es la cobertura que se logre”. En ese sentido, en Argentina ocurre un déficit importante: el primer refuerzo (tercera dosis) se lo aplicaron 22 millones de personas; el segundo, 8 millones; y el tercero, apenas 2,2 millones.
El dominio de la subvariante XBB.1 (con los sublinajes XBB.1.5 y XBB.1.16) tampoco determinaría un mayor riesgo de contagio o agresividad del Covid, según la evidencia recabada hasta ahora.
Con información de Clarín