La conocida firma Evergrande cayó un 11% este lunes en la Bolsa de Hong Kong, registrando así su menor nivel de cotización en más de 11 años.
Esta situación ha causado gran temor y preocupación en el sector, ya que desde la firma aseguraron que no podrán hacer frente a sus compromisos financieros.
El segundo promotor inmobiliario más grande de China está por colapsar. Inclusive, durante la semana pasada, la firma aseguró que es casi un hecho no poder hacerle frente a la deuda cercana a los 254.000 millones de euros que mantiene con los acreedores. La misma, equivale aproximadamente al 2% del PBI del país asiático.
Los títulos de la empresa retrocedieron hasta los 2,28 dólares hongkoneses, siendo la peor registrada desde mayo de 2010. Además, la valoración bursátil de la empresa cayó un 92,77%. En los últimos dos meses, el desplome superó el 80%.
La quiebra de Evergrande no solo implicaría la destrucción de millones de empleos directos e indirectos, sino una catástrofe económica que los analistas ya están calificando como un potencial Lehman Brothers chino. Uno de los mayores miedos es el posible “efecto contagio”.
Los principales acreedores de Evergrande son bancos e inversionistas chinos, que perderían miles de millones si el gigante defrauda sus obligaciones financieras. Por otra parte, Standard and Poor’s reveló que en agosto, la empresa tenía deudas pendientes con los proveedores y contratistas de sus proyectos, a quienes debe aproximadamente 37.160 millones de dólares.
Según Bloomberg, el jueves la firma deberá pagar un bono de cinco años de 71,3 millones de euros. Hasta fin de 2021, la compañía tiene que afrontar pago de intereses por 571,3 millones de euros.
En agosto de 2021, la empresa tuvo una caída interanual del 29% en las ganancias netas y advirtió que la falta de liquidez podía poner en riesgo la finalización de proyectos inmobiliarios que había paralizado por la crisis.
Voceros de Bloomberg afirmaron que el Comité de Estabilidad Financiera y Desarrollo, el mayor regulador financiero de China, ha permitido que la empresa libre sus pagos y renegocie los términos de sus deudas con sus acreedores.
Evergrande dio a conocer un comunicado este lunes, en el que asegura haber contratado asesores financieros para explorar “todas las soluciones factibles”. Por el momento no se sabe si el Gobierno de Xi Jingping posibilitará que la inmobiliaria colapse o si la rescatará. El Banco Popular de China se ha visto obligado el pasado viernes a inyectar 14.000 millones de dólares para tranquilizar al mercado, que se mostraba intranquilo por la posible caída del gigante. Los analistas consideran que, pese a que los dirigentes buscan frenar la toma excesiva de riesgos, probablemente trabajarán para evitar que el problema se vuelva inmanejable.
