Independiente Rivadavia y Godoy Cruz convulsionan por completo la provincia de Mendoza con un apasionante choque mendocino en la máxima categoría del fútbol argentino después de varias décadas.
El duelo entre los dos titanes del fútbol local despertó un sinfín de increíbles debates en la antesala del partido que se disputará el próximo fin de semana en el estadio Bautista Gargantini.
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No hay dudas que el enfrentamiento marcará un antes y un después en la provincia ya que pasará a la historia como el más trascendente debido al contexto. Ante este escenario, surgió una duda existencial entre los hinchas: ¿son clásico la Lepra y el Tomba?
El debate despertó muchas opiniones, que sin dudas dividen la opinión pública de Mendoza. Sin embargo, por más que muchos le busquen la vuelta, la historia manda e indica que Godoy Cruz e Independiente no son clásico, sino que mantienen una apasionante rivalidad.
La Lepra tiene su clásico y el Tomba también
El primer argumento para derribar el “mito” es que ambos clubes ya cuentan con sus respectivos rivales de toda la vida. Independiente Rivadavia tiene como clásico a Gimnasia y Esgrima, donde su rivalidad perduró con el pasar de los años y desde el día uno, las instituciones mantienen la pica al rojo vivo, pasando a la historia como el “Superclásico de Mendoza”.
Por su parte, el Expreso encontró en Andes Talleres un “clásico de barrio” que sin dudas tuvo momentos de mucha tensión en décadas pasadas en Liga Mendocina, pero claro, la diferencia abismal entre un club y el otro a nivel de categorías, “apagó” la rivalidad. Pese a todo, el Matador seguirá siendo el acérrimo rival de Godoy Cruz y para toda la vida, protagonizando el clásico godoycruceño.
Rivalidad moderna
No cabe ningún tipo de dudas que la pica entre el Tomba y la Lepra creció a pasos agigantado a fines de la década del 90 en adelante, con picantes cruces en la antigua B Nacional y escaló a grandes niveles una vez que Godoy Cruz descendió a Independiente en el año 2002, un partido que marcó un quiebre total y transformó un duelo con mucha historia, en una rivalidad bastante caliente que se mantiene en la actualidad.
Sin embargo, en años anteriores, si bien siempre hubo y habrá pica entre equipos mendocinos, la rivalidad no fue tan pronunciada como lo es ahora. Por eso, llamarlo clásico es un exceso y la historia lo avala, ya que el duelo no se sostuvo con el pasar de los años y recién en el siglo XXI, se nutrió la rivalidad.
Estos dos argumentos son suficientes para dejar a un lado la teoría del clásico y enfocarse en lo que realmente es: una rivalidad histórica entre dos de los equipos más populares de Mendoza que creció a pasos agigantados en los últimos 15 0 20 años y que trascenderá en las páginas doradas de la provincia, por ser el primer choque entre sí en la máxima categoría del fútbol argentino.