Estas son las formas en la que el estrés y la ansiedad pueden afectar la piel

Granitos, picazón, urticaria o psoriasis son algunas de los síntomas

La ansiedad y el estrés no son buenos aliados para nadie. Ambos factores pueden incidir en nuestro cuerpo, es decir, los síntomas no se dan solo a nivel físico, mental o de pensamiento, sino que también se manifiesta en nuestro cuerpo y en especial en nuestra piel.

Lo que sucede en la piel de una persona con estrés y ansiedad es que se genera mayor cortisol y adrenalina que afecta a la producción de estrógenos y testosterona. De esta forma, el cortisol debilita el sistema inmune y la piel produce una reacción inflamatoria como respuesta. Además. la ansiedad también puede afectar a la degradación del colágeno y del ácido hialurónico, que son los responsables de que la piel luzca más joven. 

El trabajo, un cambio en nuestras vidas, problemas o diferentes situaciones por resolver, entre más cosas pueden hacer que una persona padezca ansiedad o estrés.

Revista Espejo

Ahora bien, como dijimos anteriormente, todo lo que nos pasa se puede manifestar en nuestra piel. Los síntomas que una persona puede notar son: acné, picazón, urticaria, psoriasis, eczema, enrojecimiento, sudoración  y también rosácea. 

Todas estas “marcas” que se hacen en la piel no hacen sentir cómoda a la persona que las lleva. Incluso puede pasar que algunas de ellas se aislen, no quieran socializar, tengan vergüenza y mal humor, todo esto por lo que le está sucediendo a su piel. 

Sin embargo, esta situación puede mejorar si se siguen algunas recomendaciones como estas:

  1. En caso de considerarlo necesario, acudir a terapia psicológica: hablar con alguien y expresar tus emociones o pensamientos que te agobian y te generan estrés puede ayudar a que te sientas más aliviado sentimentalmente y tu piel mejore.
  2. Si la piel está demasiado afectada y no se puede solucionar con cualquier producto de farmacia, se puede acudir a un dermatólogo
  3. Mantener un buen patrón de sueño: se recomienda dormir al menos 8 horas diarias. 
  4. Beber agua: esto ayudará a hidratar la piel afectada.
  5. Seguir una dieta adecuada: comiendo de manera saludable, la piel también presentará mejoría. Es importante tener una alimentación equilibrada rica en vitaminas, proteínas y minerales. 
AS
Volver al botón superior