En Mendoza, según el último relevamiento del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la pobreza escaló a un crudo 44%. Ese no deja de ser un dato crudo de la economía sobre la realidad social que se vive en la provincia.
El avance de ese número se puede graficar en los comedores y merenderos, donde la búsqueda de una ayuda alimenticia se viene acrecentando sin pausa.
En tal contexto, el medio El Ciudadano dialogó con referentes de merenderos para comprender a situación que viven.
“Nosotros estamos haciendo pedidos al Gobierno provincial para mejorar la alimentación que damos a muchos chicos que llegan a nuestro humilde merendero. No nos puede faltarla leche diaria para que esos niños no tengan el estómago vacío, como ocurre en la mayoría de ellos. Chicos que, junto a sus familias deben y necesitan tener una mejor vivienda, que también pedimos”, explicó a ese medio Sandra Ibañez de “Abajo La Rana”.
Al ser consultada respecto de si ello refiere a la grave situación social, respondió: “Sí, en nuestra zona hay mucha necesidad. Es necesario que se dé respuesta a muchas cosas esenciales para la gente que allí vive. Mejorar su vida con agua potable, calles transitables y otros servicios que son importantes y que hacen a la dignidad de mucha gente que la está pasando mal”.
“Todos nosotros hacemos esto por vocación y voluntad de servicio a través de un movimiento que integramos todos los comedores comunitarios y merenderos de la provincia. En mi caso, cumplo tareas dos días a la semana atendiendo chicos que en un principio eran pocos, pero en pocas semanas se incrementaron de 35 a 40 y la proyección es crecer, lamentablemente. Y digo esto porque a medida que aumenta la concurrencia por una taza de leche aumenta la demanda de leche y pan”, añadió.
Asimismo destacó que “nosotros brindamos merienda, la comida la reciben de otros comedores comunitarios tres veces a la semana. Tanto a uno como a otro concurren muchos chicos, esencialmente, pero también adultos mayores y personas con discapacidad”.
Elsa Pizarro del merendero “Rayito de Sol”, aseguró que de parte del Gobierno “esperamos que nos dé una ayuda con mercaderías. Trabajamos preparando alimentos al aire libre para todos los niños que van ahí. Por eso también necesitamos un merendero dentro de un salón, donde cocinemos y nuestros niños puedan recibir ese alimento tan necesario debajo de un techo”.
“No necesitamos que nos den planes sociales, necesitamos que nos ayuden a mantener este servicio apoyando a todo el personal que son esos brazos voluntarios para atender a cada vez más chicos. En nuestro merendero también creció el número de niños que llegan a alimentarse y con eso se nota cómo la pobreza avanza en más y más hogares”, agregó.
En tal sentido, remarcó que “por eso el merendero necesita leche, mucha harina, aceite o grasa, casi en forma permanente, a diario. Contamos con un número importante de niños, que muchos superan los cien y por eso también pensamos en aprovechar que vienen y enseñarles tareas manuales, además de hacer apoyo de lo que aprenden en la escuela. Al respecto estamos requiriendo profesores que enseñen a fabricar alpargatas, vasijas o trabajar hilos y lanas”.
“Entendemos que es grande la pobreza de la gente que llega a nuestro merendero, como las que van a otros en la provincia. Son parte de esa pobreza y nosotros también lo somos, solo que tenemos algunas posibilidades para enfrentarla y decidimos entonces ayudar a que mucha gente la enfrente. Sobre todo los niños que la sufren con sus familias, en casas precarias, sin servicios y con mucha hambre”, finalizó.
Viviana Corzo a Radio News: “Tengo un comedor y un merendero en mi casa y ayudo a muchísimos chicos”