Joe Grand, ingeniero y hacker, inventó una brújula de pizza que básicamente, lo que hace es: en vez de apunar siempre al Norte, apunta a algún lugar en el que conseguir una pizza.
Lo que hace esta brújula, entre otras cosas, es obtener la posición GPS del dispositivo y su orientación (con una brújula real, un magnetómetro) y luego se comunica con la API de Google Maps, para buscar «pizza» y calcular la dirección a la pizzería más cercana.
Según Grand, sus objetivos eran tres: (1) que funcionara realmente y «apuntara a las pizzas», (2) que fuera un dispositivo independiente y (3) que fuera lo más simple posible.
Además del hardware, el código de la brújula de pizza es libre y se puede descargar para aprender y/o mejorar el sistema.