“Es una zona liberada”: el drama de vivir con miedo y sin ser escuchados en Guaymallén

En diferentes barriadas del populoso departamento se hartaron del descontrol que se vive en distintas zonas, y saldrán a las calles a presionar para que las autoridades municipales y provinciales “escuchen el reclamo”.

Sabido es que la inseguridad es una problemática que repercute en toda la provincia de Mendoza.

En Guaymallén, sin lugar a dudas, las cosas se fueron de las manos. A los lamentables asaltos y entraderas que se han vuelto moneda corriente, hay que sumarles tiroteos y conflictos por drogas.

Estas situaciones, como así también la falta de respuestas por parte del municipio y del Ministerio de Seguridad, llevaron a los vecinos a organizarse por cuenta propia y a darle forma a una protesta que realizarán el viernes 28 de marzo en inmediaciones de calles Mitre y Capilla de Nieves.

Una vecina de la zona, que prefirió quedar en el anonimato por temor a represalias, no dudó en señalar que Guaymallén “Es zona liberada completamente. Hemos tenido robos de todo tipo”.

Como se dijo anteriormente, el problema de la inseguridad no es nuevo. Esta situación, que si bien repercute en todo el departamento, en barrios como el CEC, Vialidad, Pujol y en los alrededores de calle Mitre es insoportable.

La mujer, visiblemente molesta y preocupada por la inseguridad en la zona, recordó el robo que sufrió un vecino en los últimos días. “Mis vecinos iban llegando a su casa, y apareció un auto del que se bajaron autos y les gatillaron, inclusive a la hija de la pareja. Afortunadamente no salió la bala”, señaló.

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Además, dio detalles de otro aberrante hecho delictivo ocurrido en las últimas horas. “Apuñalaron a una mujer por resistirse de un robo, decí que puso el brazo, sino las puñaladas iban al corazón”, expresó.

Días atrás, según la informante, una familia de los alrededores de calles Mitre y Allayme quedó en el medio de un tiroteo por un conflicto narco entre personas que recientemente salieron de prisión.

Se tuvieron que tirar a la vereda porque estaban a los tiros en la vereda, a la vista de todos”, reveló la fuente consultada.  

Para colmo de males, y al igual que ocurre en otros departamentos, las respuestas jamás llegan. “Se ha puesto muy jodida la zona, estamos cansados de tanta inseguridad y de que no haya respuesta de nada, de ningún tipo”, confió otro lugareño a News Online.

Y siguió: “La policía nos dijo que solamente cuentan con un móvil, entonces cuando nosotros llamamos por una emergencia se demoran un montón, y si es que vienen”.

En medio de esta creciente ola delictiva, los vecinos se organizaron y avanzaron con la instalación de alarmas comunitarias.

“Entre todos los vecinos pusimos alarmas comunitarias y estamos conectados a través de un grupo de WhatsApp. Cuando pasa algo nos comunicamos entre todos y hacemos sonar las alarmas, pero por ahí no alcanza”, concluyó una de las tantas vecinas que vive con miedo y con la bronca de no ser escuchada por un Estado que brilla por su ausencia.

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