
El presidente Javier Milei volvió a dar que hablar durante el mediodía de este viernes, luego de que debiera interrumpir su exposición en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) debido a que su teléfono, con el que uno de sus asesores transmitía el evento, no paraba de sonar.
“Es un imbécil mal nacido”, lanzó desde el atril, en el marco de su novena visita a Estados Unidos donde asiste a una nueva edición de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC).
Mientras brindaba detalles de su discurso titulado “El modelo económico argentino”, el jefe de Estado dejó de leer sus escritos para comentar que había un teléfono celular sonando.
Ver: “¡Esto es cool!”: el particular obsequio con el que Javier Milei sorprendió a Elon Musk
“Ese teléfono está terrible. ¿Es el mío, no?”, preguntó entre risas, y luego de que uno de sus colaboradores le informara que lo llamaban para molestarlo, el libertario sentenció: “Lo hacen apropósito. Es un imbécil mal nacido”.
El auditorio tomó con gracia el episodio y tras reírse, fue aplaudido. El aval de los asistentes hizo que el jefe de Estado redoblara la apuesta y recordara el debate presidencial contra el excandidato a presidente, Sergio Massa, en el que cuestionó la presencia de “tosedores” que, según expuso, intentaban arruinar su participación.
“Llaman porque saben que están interrumpiendo la charla. En algunos casos, a esos simpáticos que están tratando de interferir le decimos cabeza de pulpo, que tiene el aparato digestivo en la cabeza, y la tiene llena de excremento”, aseveró, y sumó: “Pero bueno, de Argentina se puede esperar cualquier cosa”.
Sabido es la bronca que le genera al mandatario las interrupciones durante sus discursos. No es la primera vez que da cuenta de esto, por lo que considera que sus detractores, al corriente de su malestar, buscaron perturbar su desempeño. Para su tranquilidad, sus colaboradores silenciaron el aparato.