El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, amenazó hoy con lanzar acciones contra el Supremo Tribunal Federal en caso de que el jefe de la Corte Suprema no haga nada contra el magistrado Alexandre de Moraes, quien abrió una causa contra bolsonaristas y otros ultraderechistas por atentar contra la democracia.
“El que actúe fuera de la ley que se encuadre o se prepare para irse”, dijo Bolsonaro ante una multitud en Brasilia, que le pedía al mandatario usar el Ejército para destituir al magistrado, convertido en el blanco preferido del Gobierno.
El jefe de la Corte, Luiz Fux, fue citado por Bolsonaro como el que tiene que detener a Moraes, caso contrario habrá acciones.
“O el jefe de ese poder (la Corte) pone en caja a uno de los jueces de la corte o ese poder puede sufrir aquello que no queremos que ocurra”, señaló en referencia al magistrado Moraes, encargado de los procesos de violación contra la democracia.
Bolsonaro acusó a los jueces de violar la Constitución en una jornada de alta tensión política en la cual las autoridades temían una invasión al Congreso o a la sede de la corte, en la Plazza de los Tres Poderes, protegida por la tropa de choque de la policía de Brasilia.
“No aceptamos medidas o acciones fuera de la Constitución. Tampoco podemos seguir aceptando que una persona específica siga barbarizando a nuestra población. No podemos aceptar más prisiones políticas en nuestro Brasil”, dijo el mandatario.Dijo que a partir de mañana convocará a los ministros y presidentes del Senado, Diputados y la Corte para mostrarles una fotografía de esta manifestación. “Les mostraré hacia donde tendremos que ir”, subrayó. En el piso de su popularidad y buscando retomar la iniciativa política con su núcleo duro, Bolsonaro inició su jornada cantando el himno con un coro de niños en el Palacio de la Alvorada.
“Nuestro país no puede seguir rehén de una o dos personas. O vuelven al eje o serán ignoradas de la vida de la política. Yo seguiré dentro de las cuatro líneas de la Constitución pero no admito que otras personas violen la Constitución”, dijo en referencia al juez Moraes.
Bolsonaro pidió juicio político para Moraes pero el mes pasado fue bloqueado por el Senado, que no encontró argumentos legales.
“Ahora quiero ser apenas el vocero del pueblo”, afirmo Bolsonaro en un video en el interior del Palacio de la Alvorada, sede presidencial, al lado de un coro de niños y de activistas con remeras con la inscripción Bolsonaro 2022.
El presidente logró el apoyo de empresarios ruralistas que llevaron a miles de personas de más de diez estados a Brasilia para protestar contra la Corte y partió hacia San Pablo, donde en la Avenida Paulista lo espera otra multitud.
Opositores protestaron contra Bolsonaro como parte de las marchas de la izquierda llamada el Grito de los Excluidos, como todos los 7 de setiembre.
Antes de hablar en su acto personal, Bolsonaro participó de un acto con paracaidistas y el izamiento de la bandera. Paseó con un helicóptero militar sobre la multitud para sacar fotos y filmar antes de realizar el discurso, en el que apenas se permitió la transmisión de las redes vinculadas a la familia del Presidente.
El ataque a las instituciones, con las que Bolsonaro se ha enfrentado en los últimos meses, fue de una de las banderas de las manifestaciones, las cuales fueron convocadas por el propio presidente en defensa de la “libertad” y los valores conservadores.
Brasil vive este martes, día de su fiesta nacional, una jornada de alta tensión con manifestaciones convocadas por el presidente Jair Bolsonaro, que busca concretar una demostración de fuerza y apoyo masivo de sus bases en plena caída de popularidad, enfrentamiento con el poder judicial y las elecciones presidenciales asomando en el horizonte. Hay también protestas callejeras impulsadas por sectores contarios al mandatario.
En las principales ciudades, sobre todo en Brasilia y San Pablo, se desplegaron importantes dispositivos de seguridad para evitar eventuales desmanes y choques entre los seguidores de uno y otro sector político.
A primera hora de la mañana, los seguidores de Bolsonaro se empezaron a concentrar en Brasilia. Hay tensión porque algunos grupos buscan llegar lo más cerca posible del Congreso y del Tribunal Supremo Federal. Los manifestantes piden “intervención ya”.