Mendoza, junto a importantes arqueólogos, como Nicolás Rascovan y Pierre Rivici, es parte de un análisis clave sobre colecciones arqueológicas de poblaciones prehispánicas y coloniales que habitaron la provincia.
En diálogo con Señal U, con Horacio Chiavazza, director de Patrimonio Cultural y Museos de Mendoza, contó: “Se están analizando huesos y placas dentales de 5.000 años que buscan saber a qué comunidades pertenecían. Con los resultados podrán saber cómo se desarrollaron las masas migratorias y cómo se organizaron las sociedades en esa época”.
Y agregó: “En sí, el proyecto analiza el ADN antiguo sobre la ascendencia cromosómica de las personas que vivieron en las poblaciones prehispánicas y coloniales. A lo largo del tiempo, diferentes investigadores han ido juntado grandes volúmenes de huesos humanos y es lo que se está analizando, con el fin de tener una semblanza de lo que era el pasado genético de la población Argentina en general y de Mendoza en particular, en conexión con el resto del continente”.
“En Mendoza tenemos restos que hemos excavados en el área fundacional, que corresponden a los primeros colonos de la Ciudad. Tenemos un margen cronológico de aproximadamente 5 mil años y con diferentes investigadores nos hemos asociados para tratar y enviar unas 460 muestras de huesos”, adelantó Chiavazza.
El objetivo es poder observar si la ascendencia de estas personas estudiadas y acomodadas en la situación colonial corresponden a comunidades nativas o de origen americano, europeo o afro. “Si bien es difícil analizarlo mediante los huesos, esto nos puede dar un panorama de formas de estructuración social y de representación de la muerte desde puntos de vistas que tenemos. Con estos descubrimientos podemos reescribir la historia, encontrar la ascendencia genética de nuestro lugar”, explicó.
No solo en Mendoza se están realizando estos análisis arqueológicos, el Norte Argentino y la Patagonia, también forman parte de la investigación.